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    27 fotos que irritarán a los vendedores más de lo que deberían

    Claro, continua y desdobla cada artículo sin ninguna intención de comprar nada.

    1. Grafiti hilarante en el mostrador que acabas de limpiar.

    2. Perchas que ya no miran al mismo sitio.

    3. Un montón de artículos dañados que alguien, amablemente, ha olvidado poner en el orden que sea.

    4. Cajas en el almacén que están a punto de caerse en 30 segundos.

    5. Un recibo para devoluciones que han hecho pedazos antes de entregártelo.

    6. El nuevo horario de turnos que, inevitablemente, no le da a nadie un viernes libre.

    7. Dinero que han arrugado antes de entregártelo porque tampoco es que tengas nada mejor de hacer, de todos modos.

    8. La basura de otros que, casualmente, han dejado en tu expositor.

    9. Papel higiénico que tus clientes han tirado amablemente cerca de la papelera en vez de dentro.

    10. Un horario de días de vacaciones que en realidad no da vacaciones a nadie.

    11. Tu primer intento de envolver un regalo estas fiestas, que sabes que tiene mal aspecto pero no se te ocurre cómo arreglarlo.

    12. Un pasillo entero de artículos que tienen que reordenarse porque alguien pensó que sería divertido gastarte una hilarante broma.

    13. Un almacén con pilas tan altas que no podrías poner todo en el suelo de la tienda a no ser que, literalmente, pudieras viajar en el tiempo.

    14. Clientes que no saben leer o bien creen que es perfectamente educado hablar por teléfono durante toda su interacción contigo.

    15. Un vestuario lleno de ropa desdoblada, del revés y manchada de maquillaje que alguien se probó pero decidió que no le ~gustaba~.

    16. Un expositor que estuviste doblando toda la mañana, desdoblado.

    17. La sección de zapatería después de que un niño indeciso y sus maleducados padres se hayan probado cada ejemplar sin devolverlo a su correspondiente lugar.

    18. Un recibo para devoluciones con el que no puedes discutir, incluso aunque procesarlo vaya a suponer un dolor enorme.

    19. Dinero falso que descubres al final del día, cuando estabas haciendo caja.

    20. Ropas dejadas en el suelo. Tan solo en el suelo.

    21. Esta innovadora, y para nada pasivo agresiva, estrategia que tu jefe dejó en la habitación de personal.

    22. Tu bolígrafo, en mitad de una comprobación de stock.

    23. Estas judías verdes que un cliente abandonó amablemente en la sección de pañales de la tienda.

    24. Una lata de comida que probablemente abrió un niño chillón pero que, definitivamente, tendrás que limpiar tú.

    25. Una caja de zapatos en la que alguien decidió sentarse antes de devolverla a tu tienda.

    26. Un expositor que estuviste montando durante media hora solo para que un niño se tropezara con él y lo arruinara todo.

    27. Y una caja de etiquetas antirrobo mirando hacia arriba que están a punto de hacerte sangrar.