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Posted on 22 dic 2014

23 señales de que has trabajado en una tienda de ropa

Hay cosas que nunca olvidas.

by Tabatha Leggett

BuzzFeed Staff, UK

1. Incluso en casa, toda tu ropa está perfectamente doblada.

2. Y es obvio que todas tus perchas están colgadas mirando en la misma dirección.

3. Tras años de recoger la ropa que otras personas rechazan, NUNCA te dejas nada en los cambiadores de las tiendas.

4. Siempre cuelgas las prendas correctamente.

5. Vuelves a colocar las cosas en su lugar.

6. Nunca se te ocurriría desdoblar algo y no doblarlo otra vez antes de ponerlo de nuevo en su sitio.

7. Has dedicado tanto tiempo en tu vida a contar el cambio que tienes una rapidez increíble para el cálculo mental.

8. De hecho, has hecho tantos cálculos de inventario que también se te dan muy bien las matemáticas complejas.

9. ¿Hojas de cálculo? Tras pasar años contando el dinero recaudado en la caja, son un juego de niños.

10. Puedes pasar fácilmente un día entero de pie sin quejarte.

11. Y cuando te compras unos zapatos nuevos, la comodidad es lo primero.

12. Has oído todos los villancicos tantas veces que en realidad ya han dejado de gustarte.

13. Como has montado tantos escaparates festivos, se te da increíblemente bien colocar las decoraciones de Navidad.

14. Pero siempre te pasas la mayor parte de las vacaciones de Navidad envolviendo los regalos de los demás porque se te da condenadamente bien.

15. Pero tú realmente das los regalos más bonitos.

16. Una vez termina la Navidad, has aprendido a no involucrarte en las rebajas de enero.

17. Siempre que puedes, pagas con el importe exacto.

18. Y nunca tiras los recibos.

19. Sabes todos los trucos de limpieza existentes.

20. Y todavía acumulas bolígrafos como si fueran a estar pasados de moda.

21. Tienes mucha ropa cara que compraste con tu descuento de trabajadora.

22. Se te da excepcionalmente bien empaquetar cosas.

23. Y te sientes culpable al instante si no sales cuando hace buen tiempo.

23 señales de que has trabajado en una tienda de ropa

1. Incluso en casa, toda tu ropa está perfectamente doblada.

2. Y es obvio que todas tus perchas están colgadas mirando en la misma dirección.

3. Tras años de recoger la ropa que otras personas rechazan, NUNCA te dejas nada en los cambiadores de las tiendas.

4. Siempre cuelgas las prendas correctamente.

5. Vuelves a colocar las cosas en su lugar.

6. Nunca se te ocurriría desdoblar algo y no doblarlo otra vez antes de ponerlo de nuevo en su sitio.

7. Has dedicado tanto tiempo en tu vida a contar el cambio que tienes una rapidez increíble para el cálculo mental.

8. De hecho, has hecho tantos cálculos de inventario que también se te dan muy bien las matemáticas complejas.

9. ¿Hojas de cálculo? Tras pasar años contando el dinero recaudado en la caja, son un juego de niños.

10. Puedes pasar fácilmente un día entero de pie sin quejarte.

11. Y cuando te compras unos zapatos nuevos, la comodidad es lo primero.

12. Has oído todos los villancicos tantas veces que en realidad ya han dejado de gustarte.

13. Como has montado tantos escaparates festivos, se te da increíblemente bien colocar las decoraciones de Navidad.

14. Pero siempre te pasas la mayor parte de las vacaciones de Navidad envolviendo los regalos de los demás porque se te da condenadamente bien.

15. Pero tú realmente das los regalos más bonitos.

16. Una vez termina la Navidad, has aprendido a no involucrarte en las rebajas de enero.

17. Siempre que puedes, pagas con el importe exacto.

18. Y nunca tiras los recibos.

19. Sabes todos los trucos de limpieza existentes.

20. Y todavía acumulas bolígrafos como si fueran a estar pasados de moda.

21. Tienes mucha ropa cara que compraste con tu descuento de trabajadora.

22. Se te da excepcionalmente bien empaquetar cosas.

23. Y te sientes culpable al instante si no sales cuando hace buen tiempo.

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