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    El núcleo del imperio mundial del vendedor en línea es un almacén gigante en el norte de Inglaterra. Pero los empleados dicen ser tratados como máquinas para llevar tu pedido a donde sea que te encuentres en el mundo. Una investigación de BuzzFeed News revela acusaciones de contratos explotadores, un régimen excesivo de seguridad y empleados estresados.


    Cuando Asos abrió su almacén gigante en Barnsley en el norte de Inglaterra, el pueblo se encontró con el insólito nexo de un imperio mundial de moda de rápido crecimiento.

    En el interior de la estructura gigantesca hay un ejército de miles de trabajadores que recogen y empacan pedidos de moda, listos para ser enviados a clientes de casi todas partes del mundo en 48 horas.

    Para satisfacer la insaciable demanda de los clientes por la moda rápida, el sitio trabaja las 24 horas al día, los 7 días de la semana y cuando los empleados del turno de día se van, entra el personal del turno de noche, listo para despachar pedidos desde 42 kilómetros de pasarelas.

    La empresa que opera el sitio en nombre de Asos, el gigante de logística mundial XPO, lo llama un ambiente laboral “mejor en su clase”, pero empleados actuales y ex empleados que hablaron con BuzzFeed News dicen que son sujetos a arduas metas de trabajo y que son tratados como “máquinas”.

    En una investigación de tres meses, BuzzFeed News entrevistó a empleados actuales y ex empleados del almacén de Asos y obtuvo documentos internos, mensajes de texto y grabaciones telefónicas que dejan al descubierto las condiciones de gran presión involucradas en llevar pedidos en línea desde el almacén central de la empresa hasta los clientes en 241 mercados.

    La investigación llega cuando las prácticas laborales de Asos se encuentran bajo un mayor escrutinio público. También llega en medio de una creciente preocupación pública sobre el uso de contratos flexibles tras las revelaciones sobre el trato dado a los empleados por empresas como Sports Direct y Hermes, y las protestas de los motociclistas de Deliveroo por la estructura salarial. BuzzFeed News puede revelar que:

    · El personal dice que no pueden tomarse descansos frecuentes para ir al baño o para beber agua por miedo a no lograr las metas, a veces porque se lo mandan los gerentes.

    · El personal interino dice que los mantienen con contratos que a su parecer son explotadores, ya que les permiten finalizar tareas sin aviso, ser enviados a casa sin pago o que se les diga no asistir a trabajar si la gerencia decide cancelar su turno en cualquier momento.

    · El personal con contratos de “horas anualizadas” dice que sus turnos pueden ser cancelados o extendidos con poco tiempo de aviso, bajo acuerdos que le permiten a Asos hacer ajustes de tiempo, y que esas horas adicionales no se han pagado efectivamente pues a los empleados se les ha dado tiempo libre en lugar de dinero por el tiempo trabajado.

    · El personal afirma que la seguridad en el sitio es invasiva y “vergonzosa”, y que en ocasiones les hacen quitarse los zapatos en controles aleatorios y se les registra al entrar a los baños.

    · Se le descuenta al salario si un empleado llega al almacén aunque sea un minuto tarde. Los empleados alegan que se les han descontado 15 minutos de salario por sólo un minuto de retraso.

    El gigante de logística mundial XPO, que dirige el centro de distribución, niega las acusaciones. Dice que a los empleados se les paga cada minuto trabajado y que opera un “ambiente laboral seguro y de lo mejor en su clase”.

    Nick Robertson, fundador y ex director general de Asos, dijo en el 2008 que quería que la empresa fuera el “Amazon de la moda”. Ha crecido de ser un sitio web poco conocido hasta ser un gigante de la moda. El apetito del consumidor por la moda rápida de Asos tampoco muestra señales de disminuir. En el año previo al 31 de agosto del 2015, alcanzó más de $1.40 mil millones en ventas. Ahora la empresa tiene como meta $3 mil millones de ventas anuales para el 2020.



    Los que trabajan en el almacén quieren que las cosas cambien.

    “No conozco a nadie que haya trabajado ahí o que tuviera un hermano, primo, pareja o hijo trabajando ahí que haya salido con una impresión positiva”, nos dijo un ex empleado interino. “Siempre ha sido lo mismo”.

    Pero en una declaración a BuzzFeed News, XPO, que dirige el sitio a nombre de Asos, defendió las prácticas laborales del lugar.

    Ken Perritt, director de la cuenta de compras de XPO, dijo que la empresa “trabaja directamente con nuestros colegas para garantizar un ambiente laboral seguro e inmejorable”, y tiene un foro de colegas escogidos independientemente para este propósito”.

    Añadió: “Es una práctica reconocida en toda la industria de logística, debido a las fluctuaciones en la demanda, emplear colegas en un contrato de horas anualizado”.

    “Creemos que la mejor manera de mejorar continuamente el ambiente laboral es colaborar directamente con nuestros colegas”.


    La empresa agregó que había invertido $99 millones en el sitio desde el 2011, que el ayuntamiento de Barnsley le otorgó el Gold Standard por bienestar en 2014, que tenía numerosos esquemas de capacitación y que había creado 567 nuevos empleos en los últimos dos años. También dirigió un programa pagado para aprendices en conjunto con la Universidad de Barnsley, dijo.

    Cuando en el pasado salieron a flote acusaciones de malas condiciones de trabajo en el almacén de Asos, la empresa fue rápida en dispersarlas como quejas de unos cuantos empleados descontentos.

    Algunos de los que han estado dentro del almacén no están de acuerdo. “Cuando te sientas cerca de las personas ahí escuchas unas historias terribles sobre el lugar y casi nunca unas buenas”, dijo Joanne Goddard, una ex empleada interina. “La mayoría de las personas lo odiaban pero algunos decían ‘No pienses en eso, sólo piensa en el dinero’”.

    Los empleados actuales que hablaron con BuzzFeed News con la condición de mantener el anonimato, estaban preocupados acerca de contar sus historias pero esperaban poder cambiar la situación adentro.

    “Suceden muchas cosas detrás de estas paredes que afectan a las personas de diferentes formas”, dijo un empleado. “Nada cambiará si nosotros no hablamos”.