En Irlanda, se han producido movilizaciones después de que la ropa interior que llevaba una adolescente se mencionara durante el juicio a un hombre acusado de violarla.
Durante el transcurso del juicio, la abogada defensora, Elizabeth O’Connell, mostró la ropa interior de la joven de 17 años y dijo: "Tienen que ver cómo vestía. Llevaba un tanga con un lazo en la parte delantera".
A principios de mes, un hombre de 27 años fue declarado no culpable de la violación de la adolescente.
Los comentarios de O’Connell, según relata el Irish Examiner y otros medios, provocaron críticas inmediatas, y el Centro de Atención a Víctimas de Violación de Dublín exigió reformas legales en relación con esos comentarios. Sin embargo, el Centro de Atención a Víctimas de Violación dijo que no cuestionaba el veredicto del caso.
"Este tipo de mitos y estereotipos relacionados con la violación surgen una y otra vez en los juicios, porque la defensa en casos de violación consiste en afirmar que el sexo fue consentido", declaró Noeline Blackwell, directora general del Centro de Atención a Víctimas de Violación, al periódico Irish Independent. "Así que se usará cualquier cosa a la que el acusado pueda recurrir para sugerir que hubo consentimiento".
El pasado miércoles, las mujeres se reunieron en manifestaciones celebradas en toda Irlanda para protestar por cómo se ha llevado el caso.
Tras el juicio, su indignación se ha concentrado en torno al movimiento en línea #ThisIsNotConsent (esto no es consentimiento), lanzado por la iniciativa I Believe Her.
"Sencillamente, la ropa no implica consentimiento. Esa forma de culpabilizar a la víctima es arcaica y no cabe en nuestro sistema judicial", dijo a BuzzFeed News a través de un DM de Twitter desde Irlanda Susan Dillon, persona que lanzó el "hashtag".
"Queríamos algo impactante, que llamara la atención sobre la cuestión, y de ahí el uso de ropa interior".
Dillon, de 40 años, dijo sentirse sorprendida ante la amplia respuesta. "Sabíamos que la gente sería solidaria y querría apoyar a las víctimas de la violencia sexual, pero nos sentimos abrumadas por la respuesta".
En los días posteriores al juicio, cientos de mujeres tuitearon fotos de su ropa interior y afirmaron que ciertos puntos de vista en torno al consentimiento resultaban arcaicos y seriamente problemáticos. Muchas de las mujeres que tuitearon sobre el caso dijeron que usar la ropa interior de la adolescente en el juicio era "culpabilizar a la víctima".
Muchas tuitearon el dibujo de unas bragas, señalando que la ropa que eligen no debe ser un factor a la hora de decidir si ha habido consentimiento sexual.
Sarah Cailleach, de Galway, autora del dibujo, dijo a BuzzFeed News a través de un MD de Twitter que se sentía "realmente abrumada" tras verlo en todos los sitios.
"Estábamos pensando ideas para expresar nuestra indignación", dijo la autora de 39 años, mientras explicaba que creó la imagen tras un debate sobre el caso en su clase de pintura. Después lo publicó en su cuenta de Facebook y "se expandió desde ahí, junto con las imágenes de otras mujeres".
Añadió: "Me quedo en casa cuidando a los niños, así que sabía que no tenía muchas posibilidades de ir a la manifestación... ¡así que hice una pintura!"
Otras mujeres, aunque no han compartido imágenes de su ropa interior, comentaron la situación y expresaron su indignación por la falta de responsabilidad y la dificultad de llevar un caso de violación.
El mensaje llegó al Dáil (la versión irlandesa de la Cámara Baja), cuando la política Ruth Coppinger mostró una prenda de ropa interior en el hemiciclo.
"Tal vez parezca vergonzoso mostrar aquí una tanga", dijo Coppinger. "¿Cómo creen que se siente una víctima de violación o una mujer ante el incongruente escenario de que se muestre su ropa interior en un juicio?"
Esta no es la primera vez que Irlanda ha aparecido en los medios por la actitud de sus tribunales en relación al consentimiento sexual. A principios de año, la etiqueta #IBelieveHer se hizo global tras la absolución de dos jugadores de rugby acusados de violación.
La indignación llega después de que un nuevo informe constate que, a pesar de que las denuncias por agresiones sexuales se han triplicado en los últimos 18 años, menos del 2 % de los casos acaban en condena tras el juicio.
Este artículo ha sido traducido del inglés.