Arturo, un oso polar de 30 años de edad que estaba viviendo solo en un zoológico de Argentina, lamentablemente ha muerto.
Arturo murió el domingo a causa de un "desequilibrio de la circulación sanguínea".
Al parecer estaba enfermo desde hace algún tiempo. Tenía ceguera en el ojo derecho y perdió mucho peso en los últimos meses y su sentido del olfato había desaparecido.
El oso fue traído a Argentina en 1993. Pasó su vida en Mendoza, una ciudad donde la temperatura promedio puede alcanzar los 40 ºC.
Greenpeace había expresado que era inhumano mantenerlo allí y había iniciado una petición para llevar el animal a Canadá. Sin embargo, los funcionarios del zoológico lucharon duramente para conservar a Arturo, diciendo que era "cercano a sus cuidadores", informó la BBC.