¿Podemos tomarnos un instante para apreciar la gloria de la carne asada?
Usualmente, es un churrasco o filete — marinado a la perfección — a la parrilla en un fuego abierto donde es achicharrado sólo lo suficiente como para darle un sutil sabor ahumado.
Es genial. Especialmente cuando la asas con cebollas, cebollines, jalapeños enteros, nopales, mazorcas de maíz, tortillas, y otras bondades apetitosas.
Una de las mejores partes es oler la carne mientras se cocina en su propio jugo. Es tan poderoso, podrías estar a 5,382 millas lejos de la parrilla y aún así serías capaz de oler la delicia.
Ese sonido "CHSSSSSSSSSSS" que oyes al asarse la carne es como música para tus oídos.
La carne asada es sabrosa, hace que se te haga la agua boca, es jugosa, tierna, deliciosa, paradisíaca, y sobretodo, la más GRANDIOSA. Cómela en un taco, en un sándwich, o sola. ¡ESTÁ TOTALMENTE BIEN!
Pero hay más sobre la carne asada que sólo asar la carne.
Es lo que tenías en las reuniones familiares de los domingos por la tarde.
Es lo que unía más a los miembros de tu familia mientras bebían un par de cervezas.
Es lo que tus tías comían mientras esparcían algún chisme caliente sobre fulano o mengano.
Es lo que tus primos comían mientras charlaban sobre la escuela, el trabajo, y los problemas de la vida.
Este es el plato de tu infancia.
Este es el plato que te hizo sentir ORGULLOSO de quien eres.
Este es el plato que — pura y simplemente — te hizo feliz.
En esta vida, tenemos que comer, y si tenemos que comer, podríamos también comer con gusto. Así que, recuerda: Más allá de toda su exquisitez, toda su gloria paradisíaca, toda su ternura...
La carne asada es familia. La carne asada es vida.
