1. Tu baño está LLENO de hisopos de algodón manchados de negro.
2. Estornudar y tener hipo está PROHIBIDO a menos que quieras terminar así.
3. Pero a menudo terminas moviéndote en el momento incorrecto e invocas la caída de tus párpados perfectos.
4. Tratas de ser sutil con el ala, pero tu mano tiene mente propia.
5. Si tienes párpados caídos, tienes tu propio conjunto de problemas.
6. Buscas tutoriales para guiarte pero siempre logras arruinarlo espectacularmente.
7. Pero volver a hacerlo una y otra vez hace que tus ojos se sientan endemoniadamente irritados.
8. Pruebas nuevos delineadores líquidos de forma compulsiva para ver si se vuelve más fácil. (Spoiler: no es así).
9. Honestamente, mereces un premio por resistir el deseo de rascarte.
10. Este tipo de tragedia te hace querer abrazar tu juego de sombras contra tu pecho.
11. Te has entrenado para no sentir emociones y así no arruinar todo tu arduo trabajo.
12. No hay peor traición que cuando tu rímel se hace grumos en tus pestañas.
13. Y estás bastante segura de que la única forma de evitarlo es abriendo tu boca de esta extraña forma.
14. El maquillaje para ojos es un regalo de Dios, pero también una maldición que debemos combatir todos los días.
