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    Viví según la "regla del minuto" durante toda una semana

    En 60 segundos puede pasar de todo.

    ¿Has oído hablar del método de la "regla del minuto"? Es así: si ves que tienes una tarea que te llevará menos de un minuto, hazla inmediatamente.

    Suelen ser tareas muy pequeñas como colgar el abrigo, hacer la cama, rellenar la botella de agua o devolverle un mensaje de texto a a alguien. Pero, como todo el mundo sabe, estas tareas aparentemente tan pequeñas pueden acumularse sin que siquiera te des cuenta, y luego te llevará un rato bastante más largo ponerte con ellas de una vez.

    Básicamente, la regla de un minuto es una manera de obligarte a hacer todas esas cositas que vas dejando porque en ese momento son un poco rollo.

    Parece bastante sencillo, ¿verdad? Decidí pasarme toda una semana siguiendo la regla.

    Y (¡cuidado, "spoiler"!) es un hábito que pienso mantener, chicos. Esto es lo que descubrí: la mayoría de las tareas no son tan pesadas como parecen. Y el resultado final merece todos y cada unos de los minutos invertidos.

    Estas son algunas de las maneras en que me ayudó:

    Cuando cogía algo (como por ejemplo las tijeras) también lo guardaba al terminar.

    Todas las noches metía todo en el lavaplatos y lavaba las cazuelas la misma noche que las usaba, y por la mañana guardaba la vajilla limpia.

    Todas las noches pasaba un trapo húmedo por las encimeras de la cocina.

    Saqué la basura de reciclables en cuanto se salía del cubo en el que la suelo meter, porque la regla de un minuto me hacía organizar la basura.

    Mi ropa de deporte sucia no se quedó dentro de la mochila hasta la próxima vez que tuve que prepararla para una clase de ciclismo. En vez de eso, la metí en la ropa sucia y colgué la mochila.

    Acabé haciendo la cama (casi) todos los días. Pero tuve que encontrar una manera simplificada de hacerlo.

    En el trabajo contesté en seguida a todos los correos que necesitaban una respuesta corta, y también inmediatamente silencié cadenas largas.

    Bebí más agua de lo habitual porque me levantaba a rellenarme el vaso.

    Y pasé un rato al final del día ~recogiendo~ mi ordenador y mi mesa.

    ¿El resultado final? Si buscas una manera de tener un espacio más limpio y ordenado (y también una lista de cosas que hacer más corta) sin hacer un gran esfuerzo, creo que la regla del minuto merece la pena.

    ¿Cuáles son vuestras experiencias con la regla de un minuto, u otros trucos para aumentar la productividad? ¡Contádmelo en los comentarios!

    Este artículo ha sido traducido del inglés.