1. ¡La bóveda de Disney es real! Está en Glendale, California, y es un edificio que no solo almacena las películas, sino también los bocetos y los modelos utilizados para hacerlas.
De hecho, el término "bóveda de Disney" es mucho más viejo de lo que crees. Se usaba para referirse a pelis que se sacaban de "la bóveda" y se volvían a estrenar en el cine después del estreno original (esto se hacía mucho antes de que estuvieran disponibles para verlas en tu casa).
La primera película que se sacó de "la bóveda" para ser reestrenada fue Blanca Nieves y los siete enanos en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. El estudio se vio en cierto modo obligado a hacerlo, ya que en ese momento no tenían tanto dinero y estaba produciendo películas de propaganda para el gobierno, las cuales no estaban diseñadas para generar ganancias.
El éxito del reestreno de Blanca Nieves y los siete enanos dio inicio a la tradición por la que Disney sacaba sus películas de "la bóveda" y las reestrenaba en los cines cada 7-10 años.
En los 80 y 90, la bóveda de Disney se convirtió en una herramienta de publicidad para ayudar a vender los lanzamientos en VHS.
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Sin embargo, en 2019, el modelo de "la bóveda" prácticamente llegó a su fin con el lanzamiento de Disney+, ya que todo su catálogo de películas antiguas fue puesto en el servicio de streaming.
2. Pinocho es, sin duda, una película icónica de Disney (y fue la primera película de animación clásica de Disney que salió de "la bóveda" en VHS), sin embargo, cuando se estrenó inicialmente fue un completo fracaso en taquilla. Esto se debió en gran medida a que fue muy cara de hacer y a la Segunda Guerra Mundial.
En realidad, el mercado europeo era donde Disney obtenía gran parte de los ingresos de sus películas. En 1940, cuando se estrenó Pinocho, Europa ya estaba en plena Segunda Guerra Mundial, por lo que esos cines estaban cerrados.
Pinocho tiene el honor de ser la primer película de Disney en ganar el Óscar a la Mejor Canción Original. Como seguramente ya sabrás, fue por "La estrella azul".
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3. Walt Disney tiene el récord de más premios de la Academia ganados por una sola persona. Ganó 26 premios Óscar y recibió 59 nominaciones.
Walt ganó su primer premio de la Academia, que también fue el primer Óscar de la historia al mejor cortometraje animado, en 1932 por Árboles y flores.
Y ganó su último Óscar, ya no en este mundo, en 1969 por Las aventuras de Winnie Pooh.
4. En 2014, gracias a "Libre soy", Frozen se convirtió en la primera película de Disney Animation Studios en ganar el Óscar a la mejor canción original en 14 años.
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Aquí no se incluyen las canciones ganadas por las películas de Pixar y live-action de Disney.
Fue la racha más larga de Disney Animation Studios sin ganar en esta categoría en 42 años entre 1948 y 1990, cuando ganaron con " Zip-a-Dee-Doo-Dah" de Canción del sur. Sin embargo, Disney Studios había ganado un Óscar a la mejor canción 25 años antes con "Chim Chimenea" de Mary Poppins.
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La mala racha terminó en 1990 con "Bajo del mar" de La Sirenita, y dio comienzo a una década de dominio musical en los premios Óscar.
También ganaron con "La bella y la bestia" de La bella y la bestia en 1992...
..."Un mundo ideal" de Aladdin en 1993...
... "Esta noche es para amar"de El rey león en 1994...
..."Colores en el viento" de Pocahontas en 1995...
y "En Mi Corazón Vivirás" de Tarzán en 1999.
5. La Sirenita fue la primera película de Disney que se estrenó para verla en casa después de su estreno en cines. Y se consideró una apuesta para la empresa.
La película se lanzó en VHS seis meses después de su estreno y, por supuesto, se convirtió en un gran éxito en ventas. Muchos de los directivos de Disney no querían que se estrenara en ese formato, ya que eso le afectaría el modelo tradicional de reestreno en cines. Su éxito motivó que Disney, en la década de 1990, cambiara al modelo de video para consumo en casa, no solo sacando sus nuevas películas en formato casero, sino también sus películas de la "bóveda".
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Si bien a La Sirenita se le suele atribuir el mérito de salvar a Disney Animation, rara vez se menciona cómo supuso para el estudio una enorme nueva fuente de ingresos durante las décadas de los 90 y los 2000.
6. De hecho, Disney tiene fama de que sus películas de princesas lo salvan por todos lados. Como Cenicienta, que precisamente rescató financieramente al estudio tras convertirse en un gran éxito en 1950.
La década anterior al estreno de la película, los años 40, había sido, en términos generales, una mala época para Disney Studios. Pinocho, Fantasía y Bambi habían tenido un mal desempeño en la taquilla, y los empleados del estudio se habían puesto en huelga para formar un sindicato (lo que finalmente lograron, pero no sin que la situación se pusiera un poco fea al principio).
A finales de esta década, la deuda del estudio ascendía a más de 4 millones de dólares. Así que Walt decidió arriesgarse en grande y hacer un largometraje de animación basado en un cuento de hadas muy popular (con la esperanza de lograr otro éxito como Blanca Nieves y los siete enanos ).
A pesar de que Cenicienta fue un gran éxito, Walt no estaba satisfecho con el resultado de la película y creía que nunca volvería a crear algo tan bueno como Blanca Nieves y los siete enanos.
7. La siguiente película de princesas de Disney, La bella durmiente, también traería problemas a su departamento de animación. No solo fue la película de animación más cara que el estudio había hecho en su momento, sino que también tardó mucho tiempo en ser terminada (la producción comenzó en 1951 y no se estrenó en cines sino hasta 1959).
La bella durmiente terminó siendo una gran decepción en la taquilla. De hecho, Disney no hizo otra película de princesas hasta después de 30 años. Así es, hubo una pausa de 30 años. La Sirenita, en 1989, fue la siguiente película de princesas.
La bella durmiente pudo recuperar su costo de producción y ser una película exitosa, pero solo después de que fuera reestrenada en cines tres veces más (en 1970, 1979 y 1986).
8. 101 Dálmatas, se estrenó dos años después de La bella durmiente, salvando al departamento de animación de Disney tras ser un gran éxitazo en taquilla.
La película también se diferenció en cuanto a estilo de todas las películas de animación previas de Disney (con un aspecto más de boceto) porque fue totalmente fotocopiada. Al fotocopiar los dibujos de los animadores en los acetatos, no solo pudieron ahorrar tiempo, sino también mucho, pero mucho dinero.
9. Unos años antes de aparecer en la película de Disney Mary Poppins, Julie Andrews inspiró en parte el diseño de Anita en 101 Dálmatas.
Cuando se hizo 101 Dálmatas, Julie era mejor conocida por interpretar a Eliza Doolittle en Broadway en Mi bella dama. Sin embargo, ese no fue el papel que le abrió la puerta para actuar en Mary Poppins, sino su actuación como la reina Guenevere en Camelot (otro gran show destacado de Broadway), la cual "le encantó" a Walt Disney y fue así que quiso contratarla.
Y, aunque nunca hubo una segunda parte para que Julie interpretara a Mary, interpretó al personaje unas cuantas veces más en algunos de sus especiales para la televisión.
10. El duro trabajo de Walt Disney para adaptar Mary Poppins a la pantalla grande está muy bien documentada e incluso se convirtió en una película, El sueño de Walt. Sin embargo, la encantadora escena de la película en la que Walt lleva a P.L. Travers a Disneyland nunca ocurrió en la vida real.
Se sabe que a P.L. no le gustó nada Mary Poppins y se negó a volver a trabajar con Disney y a cederle los derechos para una secuela.
Sin embargo, pudo haber una secuela de Mary Poppins en los años ochenta, según el escritor británico Brian Sibley, quien se hizo amigo de P.L. en ese entonces. Un día ella mencionó que Disney le había vuelto a proponer hacer otra película y que iba a decir que no, a lo que Brian respondió que era una pena que no hubiera habido una secuela. Para su sorpresa, P.L. dijo que estaría de acuerdo siempre y cuando ella tuviera el control y él la escribiera.
11. En 1990, Disney estrenó su primera secuela de una película de animación, Bernardo y Bianca en Cangurolandia. La diferencia de esta segunda parte, fue que se estrenó en cines.
Sin embargo, como la mayoría de los niños de los 90 y los 2000 probablemente recordarán, Disney lanzó sus secuelas en formato de video para el hogar. Y su primera secuela directa para video doméstico fue Aladdin: El regreso de Jafaren 1994. También fue un gran éxito, ya que su producción costó únicamente 5 millones de dólares y recaudó 120 millones de dólares en ventas. Esto llevó a Disney a hacer muchas secuelas directas para ver en casa durante la siguiente década.
12. Robin Williams tuvo un problemón con Disney poco después del estreno de Aladdin. La razón de esto fue que se rebajó mucho el sueldo para dar voz al Genio (cosa que hizo solamente por sus hijos). Lo único que pidió a cambio fue que su voz no se utilizara para productos comerciales o publicidad. Disney estuvo de acuerdo, pero luego se dieron cuenta de que el Genio era la verdadera estrella de la película y lo acabaron utilizando para ambas cosas.
Como disculpa, Disney le envió de regalo a Robin un Picasso valorado en más de un millón de dólares. Finalmente, ambos se reconciliaron, y Robin volvió a hacer la voz del Genio en la tercera película, Aladdin y los cuarenta ladrones.
Además, en 2009, Robin se convirtió en una leyenda de Disney oficial por su trabajo en películas de Disney como Buenos días, Vietnam, La sociedad de los poetas muertos y, por supuesto, Aladdin.
Este post fue traducido del inglés.