La temperatura al hervir es lo que evita que la pasta se vuelva muy blanda.
Lavar el pollo de hecho puede aumentar el riesgo de intoxicación alimenticia porque esparce las bacterias a tus manos, el lavaplatos y la superficie donde cocinas.
Hay muchas razones por las que sí deberías precalentar tu horno antes de meter lo que vas a cocinar, ¡ya sea para caramelizar un corte de carne u hornear un panqué!
Usar una tabla de cortar de vidrio desgasta muy rápido tus cuchillos.
Abrir el horno deja salir aire caliente y hace que le entre aire frío a lo que estás cocinando.
Usa especias secas al principio y especias frescas al final. Las especias secas tardan más en darle sabor al platillo.
Dejar reposar la carne hace que los jugos se redistribuyan. Si no lo haces, los jugos se salen de la carne y todo el pedazo va a estar seco.
Usar agua hirviendo puede hacer que tu bebida sepa mucho más amarga. Mejor deja enfriar el agua justo antes de que hierva para preparar una bebida caliente.
¡Enjuagar la pasta quita parte del almidón que ayuda a que la salsa se pegue a la pasta!
La carne no tiene que estar a temperatura ambiente por más de dos horas. Descongelar la carne afuera del refrigerador puede hacer que las bacterias que ya estaban ahí antes de congelarla se multipliquen rápidamente.
Lavar las frutas y verduras ayudará a eliminar bacterias en la superficie de los alimentos.
Si llenas el sartén en exceso, el calor va a quedar atrapado abajo de la comida cocinándola al vapor en lugar de caramelizarla.
¡Los cuchillos afilados dañan la comida menos que un cuchillo sin afilar y hacen que preparar todo sea más fácil!
Este post fue traducido del inglés.