1. Esta señal de ultratumba:
Cuando estaba en la secundaria, una amiga y yo nos sentamos en la tumba de sus abuelos para jugar con una ouija.
Cinco minutos después de que empezamos a jugar, el suelo comenzó a hundirse debajo de nosotras.
Salimos corriendo de allí lo más rápido que pudimos, y dese ese día no he jugado con una ouija.
2. Esta forma perfecta de escribir:
Una amiga mía tenía una ouija cuando era joven, pero yo no creía mucho en eso.
De hecho, pensaba que ella era la que la movía cada vez que le hacíamos una pregunta.
Así que le hice preguntas cuyas respuestas ella no podía saber.
Intenté ponerme en contacto con mi tío, que había fallecido.
Le pregunté cómo estaba y la ouija empezó a deletrear el nombre de mi tía, Xiomara, de la que mi amiga no sabía nada, y mucho menos cómo se deletreaba.
3. Este mensaje del más allá:
Mi equipo de fútbol y yo hicimos una "pijamada" en el gimnasio de la escuela y jugamos con una ouija.
No pasó nada demasiado memorable hasta que la tabla deletreó "S-E-D", "F-U-E-G-O" y "A-Y-U-D-A". Cerramos la ouija.
Cuando volvimos a la escuela unos días después, le preguntamos al director de deportes (cuya oficina estaba en el gimnasio) si conocía la historia del gimnasio.
Nos dijo que el gimnasio se quemó una vez hace mucho tiempo y que un hombre murió en el incendio.
4. Este sueño repetido:
Mi amigo y yo encontramos una ouija en la casa de mi novia.
Estábamos muy aburridos, así que fuimos a un panteón cerca de mi casa para ver si realmente funcionaba.
Tal como lo creí, no pasó nada.
Regresamos a mi casa con la ouija y allí lo dejamos.
Al día siguiente, empezaron a pasar cosas extrañas.
De la nada mi amigo empezó a tener parálisis del sueño cada vez que se quedaba a dormir en mi casa, a pesar de que nunca había tenido ese problema.
La primera vez vio a una mujer alta con el pelo largo y negro parada en la esquina de la recámara, mirando hacia la pared.
La siguiente vez estaba dormido en el sillón y vio a la misma mujer parada en mi puerta, mirando directamente a mi cuarto,
5. Este demonio sorpresa:
Hace unos meses mi amiga trajo su ouija.
Éramos cinco en una pijamada y, cuando empezamos a usar la ouija, conocimos a "Joe".
Después de una hora hablando con Joe, una de las chavas le preguntó: "Joe, ¿eres un espíritu malo?"
Joe deletreó "N-O", luego deletreó "É-L".
Le preguntamos de qué estaba hablando y nos dijo, "Y-A V-I-E-N-E", y luego empezó a deletrear "Z-O-Z-O". (Zozo es el nombre de un demonio).
A la mañana siguiente volvimos a jugar con la ouija, esta vez hablamos con alguien que decía ser la esposa de Joe.
Le preguntamos: "¿Es Joe un espíritu malo?"
Rápidamente respondió "S-Í".
6. Esta ouija que regresó de la basura:
Mi mamá me contó que, cuando era niña, ella y sus hermanas estaban jugando con una ouija en su cuarto cuando mi abuela las cachó y les dijo que la tiraran.
Mi mamá dice que ella y sus hermanas la tiraron a la basura pero, a la mañana siguiente, mi mamá fue a su clóset y descubrió que la ouija estaba allí adentro.
7. Este hombre sin amigos:
Tenía 17 años y acabábamos de comprar una de esas nuevas ouijas que brillaban en la oscuridad.
Mi mamá me dijo que esperara hasta el día siguiente para abrirla y jugar con ella, y debí de haberle hecho caso.
Se supone que no se puede jugar con una ouija solo, y nuestra casa tenía la fama de estar embrujada, así que quería preguntar si había alguien allí.
¡La estúpida tabla salió disparada de mis manos por todo el cuarto!
Me puse a llorar.
8. Este mensaje que venía de arriba (¿?):
En una fiesta de Halloween de la prepa, cuatro chavos jugábamos con una ouija.
El triángulo de la ouija se levantó de la nada de la tabla e hizo que todas nuestras manos estuvieran por lo menos treinta centímetros arriba en el aire, para enseguida caerse.
Todos saltamos de nuestras sillas y salimos corriendo, gritando.
9. Esta ouija encuentra parejas:
Una vez jugué con una ouija en una pijamada.
No le preguntábamos nada raro, solo cosas tontas como "¿Con quién me voy a casar?" Le pedí que me dijera las iniciales de alguien con quien iba a salir en el futuro, y me dio una "N" y una "B".
Desde hace cinco años salgo con alguien que tiene las iniciales "N.B."
10. Este perro protector:
Mis amigos y yo estábamos jugando con una ouija en el patio.
Cuando contactamos a alguien, uno de mis amigos se burló del nombre del espíritu.
La cerca del jardín empezó a moverse inmediatamente. Mis amigos decidieron que querían abrir la cerca, así que todos fuimos hacia allá, pero mi perro nos detuvo en la entrada (lo cual nunca hacía) y empezó a gruñirle a la oscuridad.
11. Este momento maternal:
En el cumpleaños de mi amigo, alguien decidió jugar con una ouija.
La mamá sobreprotectora de mi amiga estaba en la casa de sus papás que vivían al lado, pero no estaba tan cerca como para que pudiera oír lo que pasaba.
De repente, cuando varios niños entraron al baño para usar la ouija a escondidas, la mamá de mi amigo entró corriendo y gritó que quienes quisieran usar la ouija se tenían que ir.
¡Sintió lo que iban a hacer!
Todavía me da escalofríos.
12. Esta ouija que no se quería ir:
Mi prima iba a una fiesta con una ouija en la cajuela de su coche para que todos jugáramos con ella.
En camino hacia la fiesta, tuvo un accidente.
No le pasó nada, pero su coche estaba destruido.
Así que, obviamente, en lugar de ir a la fiesta, se regresó a su casa.
Cuando abrió su clóset para ponerse la pijama, la ouija estaba allí.
Después de eso la quemó.
13. Este encuentro con "mamá":
Cuando era más joven, mis dos primos más grandes, mi hermano mayor y yo jugábamos con una ouija, pero todo lo que decía era "M-A-M-Á".
Esa noche, más tarde, cuando mi hermano le preguntó a nuestra mamá si alguna vez había jugado con una ouija, dijo que lo había hecho una vez, pero que todo lo que había dicho era "M-A-M-Á".
Luego, unos años después, estaba muy aburrido y bajé una aplicación de detección de fantasmas en mi iPod (en ese entonces me gustaban mucho las aventuras de fantasmas) y lo primero que me dijo la aplicación fue "Mamá".
14. Este pobre gatito:
Tenía 13 años y me quedé a dormir en la casa de una amiga.
Logró meter a escondidas una ouija a pesar de que su mamá era muy religiosa y la usamos después de que sus papás se fueron a dormir.
Le preguntamos cosas típicas de niñas de 13 años, no pasó nada y nos fuimos a dormir.
Pero esa noche, el nuevo gatito de su mamá comenzó a actuar RARO.
Estaba llorando y chocando con las paredes.
Nos despertamos y estaba sentado en medio de su cocina, moviéndose y mirando hacia la nada.
Esa semana lo llevaron al veterinario, y les dijo que el gatito tenía un problema neurológico y que tenían que sacrificarlo inmediatamente.
Hasta el día de hoy mi amiga y yo estamos convencidas de que el gatito estaba poseído.
15. Esta ouija que odia los periódicos:
Fui editora del periódico de nuestra escuela y, para la edición de Halloween, decidimos usar un diseño de ouija para nuestra sección principal.
Una noche, mi amigo y yo nos quedamos hasta tarde para terminar la edición antes de que tuviera que enviarse a imprimir y, en cuanto abrimos la parte de la ouija para revisarla, la computadora que usábamos se apagó, junto con las otras treinta que había en el salón.
Durante el resto de la noche tuvimos problemas con la computadora cada vez que trabajábamos en esa sección en específico.
16. Este espíritu silencioso:
Mi mejor amiga y yo compramos una ouija y la llevamos a su casa.
Hicimos algunas preguntas, pero no tuvimos respuesta.
Finalmente preguntamos: "¿Hay alguien aquí que quiera hablar con nosotros?" La tabla se movió lentamente hacia las letras "N-O".
Estábamos asustados, porque obviamente había un espíritu allí, así que lo volvimos a intentar.
"¿Cómo te llamas?"
La tablilla se movió a "S-H" una y otra vez deletreando "S-H S-H S-H S-H", así que dijimos "ADIÓS" y cerramos la ouija.
Creo que molestamos a alguien que quería estar solo.
17. Y finalmente, este espíritu que lanzaba cosas:
Mi amiga y yo estábamos jugando con una ouija en el clóset de su mamá.
Estábamos sentados en el piso hablando con algún espíritu cuando mi amiga le preguntó al espíritu si le "caía bien".
Justo cuando mi amiga preguntó esto, una canasta se cayó del cajón que estaba encima de mí y me golpeó en la cabeza.
¿Coincidencia? Yo digo que no.
Este post fue traducido del inglés.