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    24 suplicios que sufren aquellos a quienes se les da mal la ortografía

    El corrector no siempre funciona.

    1. Estás seguro de que tu familia nunca te corregió de niño porque resultaba adorable.

    2. Lo cual dio como resultado pruebas de ortografía como estas:

    3. Y muchas eliminaciones en la primera ronda de los concursos de deletreo.

    4. Así que simplemente buscas en Google cómo se escribe todo.

    5. Y te preguntas en secreto por qué las cosas no se escriben como suenan.

    6. La idea de escribir en una pizarra te quita el sueño.

    7. Porque copiar palabras bien escritas también puede resultar duro.

    8. En serio, no preguntes por qué... leches... es... tan... difícil.

    9. Has perdido la cuenta de las veces que le has quitado la L a 'público'.

    10. Normalmente repasas tres veces cada frase que escribes. Y si no lo haces, ocurre esto:

    11. Te encantaría que existiese Hogwarts, pero SABES que habrías lisiado a alguien con tus errores de ortografía.

    12. Tus pretenciosos amigos que "saben como escrivir" o lo que sea, siempre te dan la lata.

    13. Y antes de que los estados de Facebook tuviesen el botón de editar, esto pasaba todas las semanas:

    14. No sientes rencor hacia los camareros de Starbucks.

    15. Así es como te sientes al usar Microsoft Word.

    16. Conoces la vergüenza de escribir una palabra tan mal que el corrector no puede salvarte.

    17. Y conoces la furia que entra cuando el corrector se queda contigo vilmente.

    18. A veces se tarda un minuto en darse cuenta de la errata del noticiario local.

    19. Solo dificulta las cosas a la hora de encontrar a tu media naranja en OK Cupid.

    20. Y esto puede resultar en correos de oficina con un mensaje interesante.

    21. Y siempre que buscas una palabra en Google, te planteas borrar el historial.

    22. Y no empecemos con las variedades dialectales de cada país y región, cambiando palabras porque sí.

    23. Básicamente, te gustaría que todo tubiese una tecla de retroceso.

    24. Pero en el fondo sabes que poner las letras en el orden correcto es algo que está completamente sobervalorado.