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    Cómo se siente que antidepresivos destruyan tu vida sexual y qué hacer al respecto

    "Dormía 14 horas al día y me sentía aletargado el resto del tiempo, así que el sexo era lo último en lo que pensaba".

    Las personas toman antidepresivos por diferentes problemas psicológicos y físicos, como ansiedad, dolor crónico y el más común, depresión clínica. El Colegio Real de Psiquiatras estima que del 50% al 65% de las personas tratadas con un antidepresivo por depresión sentirán una mejoría, pero al igual que con cualquier otra medicamento, pueden haber efectos secundarios. Estos pueden ser náuseas, insomnio y disminución del deseo sexual, lo que a menudo significa que las personas tienen problemas para sentirse excitadas y para alcanzar un orgasmo.

    "Los medicamentos prescritos para la depresión alteran el equilibrio de los neurotransmisores en el cuerpo y el cerebro", dice la doctora Madeleine M. Castellanos, psiquiatra y terapista sexual. "Ya que el deseo sexual es mantenido y comunicado a través de estos neurotransmisores, cambiar sus niveles y la sensibilidad del cerebro a ellos puede tener un gran efecto amortiguador en la libido".

    Antes de que comiences a botar tus medicamentos, es importante que tengas en cuenta que las personas metabolizan los medicamentos de forma diferente y no todos experimentan los mismos efectos secundarios. Si sientes que no puedes sentirte excitado o que no puedes alcanzar un orgasmo como solías hacerlo, no te desesperes. Hablamos con personas que han experimentado estos síntomas y les preguntamos qué hicieron al respecto.

    Tracy de 25 años comenzó a tomar un ISRS (Inhibidor selectivos de la recaptación de serotonina) por su trastorno de ansiedad generalizada. Los medicamentos le ayudaron muchísimo, pero su vida sexual se vio afectada: "Perdí toda mi capacidad para alcanzar un orgasmo". Fue realmente terrible y sentí que era un intercambio muy injusto. Ahí estaba, sintiéndome en el pico de mi salud emocional, pero incapaz de conectarme con mi pareja y conmigo misma de forma física". Tracy sentía que su falta de deseo sexual estaba afectando su relación: "Nos excitamos viendo a la otra persona excitarse, así que sé que fue difícil para él ajustarse a mis nuevas limitaciones".

    Tracy recomienda tomarse su tiempo con los orgasmos y asegurarse de que nadie sienta que tiene la culpa: "Mi novio y yo hemos mantenido la fuerte intensión de encontrar nuevas formas de asegurarnos de que llego a un orgasmo y pienso que él aprendió que no puede tomarlo de forma personal si simplemente no puedo llegar a ese punto".

    Sara de 33 años asumió que simplemente era incapaz de llegar a un orgasmo mientras tomara medicamentos hasta que comenzó a salir con alguien que le sugirió que trabajaran juntos en lugar de aceptar su falta de orgasmos como algo inevitable: "Gracias a ella me di cuenta que aunque mi deseo sexual sin duda ha disminuido, todavía puedo llegar a un orgasmo mientras tomo medicamentos". Planear cuándo tener sexo ha sido una gran ayuda: "Si no lo planeaba, casi nunca tenía sexo". Ahora sé cómo disfrutar del sexo y cómo llegar a un orgasmo relativamente fácil y consistentemente. Simplemente tengo que ser paciente conmigo misma."

    A pesar de los efectos que han tenido sus medicamentos en su deseo sexual, Sara no dejaría de tomarlos: "Aunque mi vida sexual era mucho mejor, mi salud mental se volvió imposible de controlar. Simplemente no valía la pena tener una cosa y perder la otra y me tomó un largo tiempo aceptar que tenía que comprometerme a tomar medicamentos tanto por mi propio bien como por el de mi pareja".

    Para algunas personas, existe la posibilidad de que su deseo sexual se recupere una vez que su cuerpo se ajuste a los medicamentos. Kelly de 30 años dijo que sus medicamentos inicialmente la noquearon por completo: "Dormía 14 horas al día y me sentía aletargada el resto del tiempo, así que el sexo realmente no estaba en mi radar". Una vez que los medicamentos comenzaron a ser más efectivos, mi deseo sexual volvió: "Cuando tomo medicamentos que funcionan, tengo mucho más interés en el sexo que cuando estoy deprimida y sin medicamentos".

    Para Alexis de 25 años, la disminución de su deseo sexual fue particularmente frustrante: "Sentía que la posibilidad de llegar a un orgasmo estaba ahí, pero nunca podía lograrlo. Usualmente los orgasmos son algo linear: De A a B, de un poco excitada a llegar a un orgasmo. Pero al tomar medicamentos, simplemente era un bucle. De un poco excitada a, pues, nada." Habló con franqueza con su pareja en ese momento pero él no entendió sus necesidades: "Era de los que tienen la mentalidad 'tengamos pensamientos felices y mantengámonos positivos’. Desafortunadamente, yo no".

    Cuando te das cuenta que tus medicamentos están teniendo un gran impacto en tu habilidad para excitarte, puede que sea el momento de encontrar un medicamento diferente que se ajuste mejor. Tony de 30 años dice: "Sentía una insensibilidad universal y general. Incluyendo a un extremo desinterés en el sexo. Cambiar a un antidepresivo diferente fue una mejora enorme. Ya no tengo que lidiar con estos efectos secundarios."

    Desafortunadamente, a veces es difícil determinar si la disminución del deseo sexual viene de la depresión o de los medicamentos que se usan para tratar la depresión. La mejor forma de averiguarlo es trabajar de cerca con tu médico y tal vez pensar en probar unas "vacaciones de los medicamentos". Durante 1 o 2 días, sáltate tus medicamentos para ver si tu libido o excitación aumentan. Si es así, la doctora Castellanos dice que es "una señal de que tu falta de deseo sexual probablemente es un efecto secundario de los medicamentos que estás tomando". Sin embargo, es importante no hacerlo por tu cuenta, sino con la ayuda de tu médico, ya que los síntomas de la depresión pueden ser muy severos.

    Si no estás interesado en darte unas vacaciones de los medicamentos, prueba cambiar diferentes factores alrededor de tu deseo sexual para identificar qué hace que empeore y qué hace que mejore. La doctora Tierney Lorenz sugiere mantener un diario, tomar notas en tu iCal e incluso hacer un seguimiento de tu deseo sexual usando un monitor de la menstruación (Clue tiene una buena función para esto).

    "Mantén un registro cuidadoso de qué funcionó y en qué condiciones." Muchos pacientes tienen que atravesar un periodo de prueba y error hasta encontrar un sistema de soluciones que ayuden a mejorar su función sexual mientras toman antidepresivos". Asegúrate de no intentar cambiar todas las variables al mismo tiempo: "Si cambias los juguetes sexuales, tu dieta, el ejercicio, tus patrones del sueño, la comunicación con tu pareja y el horario de tus medicamentos todo al mismo tiempo, ¿cómo vas a saber cuál de esas cosas fue la que funcionó?". Ten en mente que si probaste algo distinto y no funcionó, no es un fracaso, sino simplemente algo para tachar en tu lista.

    Tener menos deseo sexual no es para nada divertido, pero entre más mantengas un diálogo abierto y honesto con tu médico, mayor será la ayuda que te podrá dar (incluso si eso significa hablar sobre erecciones, excitación y fluidos vaginales). Los médicos ya lo han escuchado todo antes y ayudarte a sentirte saludable y satisfecha es su prioridad número uno.