Hice 21 cosas diferentes para arreglar mi corazón roto y aprendí un montón de cosas sobre mí

    O cómo terminar una relación y no quedarte en tu casa llorando.

    ¡Hola! Soy Luis Del Valle.

    Si esto fuera una película, aquí sería la parte en la que el narrador entraría y diría: "Pero en el fondo, nada estaba bien".

    Sin darme cuenta y sin entender cómo pasó, conforme pasaban los días poco a poco iba cayendo en una enorme depresión. La única señal clara de lo que me estaba pasando, eran las paredes que empecé a construir alrededor de mis seres queridos. Mis mejores amigos no sabían de mí, ante mi familia todo estaba "bien" y en el trabajo todo parecía estar en orden. El único que me veía tirado en la cama, sin ganas de hacer nada, llorando por horas era mi novio... y siempre me ayudó. Por meses, cargó un peso que no tuvo que haber cargado, en muchos aspectos, ni siquiera entiendo cómo no cayó conmigo. Aún así, tarde o temprano, pasó lo inevitable, sólo quedaba él en mi vida. Y si yo seguía triste, era porque obviamente algo estaba mal en mi relación, ¿no?

    "Cuando hay que hablar de dos, es mejor empezar por uno mismo".

    Me di cuenta que había dejado que algo dentro de mí se descompusiera al grado en que alejé a la gente que me importaba, herí a otras personas y, sobre todas las cosas, lastimé a la persona que más amaba en el universo. Era obvio que no podía seguir donde estaba, no era justo para él, ni para mí. Así que decidí terminar mi relación y empecé a ir a terapia.

    Me encantaría poder decir que al ir todo se solucionó por arte de magia, que encontré el hilo negro y volví a estar bien en dos días. Pero no, lo que encontré fue una serie de miedos, inseguridades, traumas y dolores que se remontaban años y años atrás.

    Estaba determinado, tan determinado a salir adelante que decidí hacer TODO en mis manos por mejorar. Necesitaba descubrir más de mí, enfrentar mis miedos, mis inseguridades y así estar bien. Para lograrlo me propuse un reto: Durante los siguientes 21 días harías cosas nuevas para conocerme mejor.

    Me acerqué con amigos y empleados de BuzzFeed y les pregunté qué actividades les habían ayudado a salir adelante después de un rompimiento. Con sus sugerencias y cosas que yo siempre había querido hacer, armé una lista que sería mi línea a seguir durante los siguientes 21 días. Esto fue lo que pasó.

    Día 1: Hacer una lista con todas las actividades de los 20 días restantes.

    Resultado del experimento: Una extraña mezcla de miedo y emoción.

    Día 2: Ver videos tristes en YouTube

    Resultado del experimento: La masacre de una caja de kleenex y un mar de lágrimas.

    Vea este vídeo en Youtube

    youtube.com

    Después de un año (o 28) de embotellar sentimientos es muy fácil que cualquier cosa te detone el llanto, pero los videos recomendados hicieron un GRAN TRABAJO. En particular el video de aquí arriba en el que personas cuentan sus más grandes secretos a un ser querido. Si alguna vez están tristes y no tienen con quién llorar, el canal los puede ayudar. Se llama The School of Life.

    Día 3: Comer LO QUE SEA

    Resultado del experimento: Un nuevo amor por el ceviche y mucha paz por descubrir que a mis 28 años todavía puedo cambiar.

    Día 4: Meditación

    Resultado del experimento: Aprender que a veces necesitas un poco de distancia del problema, para encontrar la solución.

    Día 5: Reiki

    Resultado del experimento: Un estado de relajación máxima y entender que necesito tomar mucha agua para apagar mi ira.

    Día 6: Cocinar una receta de Tasty

    Resultado del experimento: La satisfacción de cocinar algo con mis propias manos y una bola de fuego en mi casa.

    Día 7: Ir a un show de stand up

    Resultado del experimento: Muchos lols, pero pocos cambios.

    Día 8: Clase de esgrima

    Resultado del experimento: Un dolor de espalda baja que no lo tiene ni Obama y el aprendizaje de que la actividad física sí ayuda a tu estado emocional.

    Día 9: Lectura de tarot

    Resultado del experimento: Aprender que estoy enamorado del amor, cual Ted Mosby.

    Día 10: Pasar 24 horas sin electrónicos

    Resultado del experimento: Darme cuenta que soy esclavo de mi celular 😥.

    Día 11: Re-aprender a andar en bici

    Resultado del experimento: Entender que Chumbawamba tenía razón, si te caes hay que volverlo a intentar.

    Día 12: Ir a un spa

    Resultado del experimento: Descubrir que de nada sirve que el cuerpo esté relajado, si la mente está mal.

    Día 13: Cambio de look

    Resultado del experimento: La forma en la que te ves, puede afectar tu percepción de ti mismo.

    Narrador: "Pero lo que Luis no sabía, es que en realidad, lo peor estaba por llegar".

    Día 14: Hablar con diez desconocidos

    Resultado del experimento: Un corazón roto y el alcohol no se llevan.

    Día 15: Maratón de documentales tristes en Netflix

    Resultado del experimento: Nadie aprende en cabeza ajena, pero ver el dolor de otros ayuda a poner las cosas en perspectiva.

    Día 16: Leer un libro de autoayuda

    Resultado del experimento: TODOS SOMOS UN CLICHÉ.

    Día 17: Clase de Kung Fu

    Resultado del experimento: Un quiebre emocional y la receta para más o menos dar una patada voladora.

    Día 18: Descubrir lugares de la ciudad

    Resultado del experimento: Aprender que caminar sin rumbo puede ser una gran terapia.

    Día 19: 8W

    Resultado del experimento: Nunca dejes de comer bien. No hagas ejercicio extremo si no comes bien.

    Día 20: Trabajar en algo en lo que nunca había trabajado.

    Resultado del experimento: Pararte de tu escritorio puede cambiar toda tu perspectiva.

    Día 21: Hacerme un tatuaje

    La indicada para hacerlo fue Molly (Cynthia Cuevas), una tatuadora mexicana experta en tatuajes llenos de colores y detalles.

    ¡SKELETOR!

    Resultado del experimento: Un increíble tatuaje de Skeletor y un recuerdo de la experiencia para toda la vida.

    Y con eso concluyó mi reto de 21 días.

    ¿Y de qué sirvió todo esto?

    Todavía me falta mucho camino por recorrer, pero puedo decir que después de estos 21 días me conozco un poco más y estoy más cerca de poner mi vida en orden y ser feliz.