1. Acuéstate boca arriba con el torso desnudo, toca los lados, y ve cómo se mueven.

Créeme, te sorprenderá lo hipnotizante que es.
2. Ponles aceite.

Esto es divertido con o sin pareja; se ponen todas resbaladizas.
3. Alguna vez ponte un sostén fino y un poco grande para ir a trabajar.

Siente la libertad.
4. Úsalos para sujetar un tazón de cheetos.

O papas, pretzels, o cualquier otro bocadillo. Como una mesa pero mucho más conveniente.
5. Frente a un espejo, toca tus pezones y ve todas las cosas extrañas que hacen.

Los pezones pueden ir de duros a blandos muy rápido. También pueden hacer que sólo la mitad quede dura si lo intentas. Ahh, la naturaleza es tan bella.
6. Velos rebotar en el espejo durante el sexo (o saltando también).

Casi increíble lo saltarines que son.
7. Ponles MUCHA espuma en la ducha.

También es un buen momento para comprobar la salud de tus pechos.
8. Ponles un poco de perfume.

El calor de tu pecho hará que llegue hasta tu nariz delicadamente durante el día.
9. Úsalos como apoyalibros.

No te preocupes si tus senos no son lo suficientemente grandes para este truco. Sólo tienes que poner una almohada sobre tu almohada natural, y listo, ya tienes soporte de libro manos libres.