Todo niño conoce ese terrible sentimiento de perder un animal de peluche amado. Inevitablemente, un padre corre a la tienda para reemplazar el peludo amigo con un modelo nuevo. Pero nunca es lo mismo.
La fotógrafa alemana Katja Kemnitz, de 30, se propuso a encontrar animales de peluche harapiento para una serie de fotos en desarrollo.
Ella hace que las personas le envíen sus peluches usados favoritos y luego encuentra su contraparte en la tienda.
"La inspiración del proyecto viene de mi hija mayor, que llevaba su perro afelpado a todos lados cuando estaba pequeña", contó Kemnitz a BuzzFeed News. "Un día encontré este perro de nuevo (sin botones como ojos ni costuras rotas) en la tienda y lo compré. A ella no le gustó."
Eso pasa porque los animales desgastados tienen alma, dice Kemnitz.
"Los jueguetes de peluche están llenos de recuerdos de infancia", dijo ella. "Siendo niño, llevabas tu animal de peluche contigo a todas partes y le contabas todo."
