La misofonía es una enfermedad cognitiva que causa hipersensibilidad a ciertos estímulos audibles. En general, a las personas que padecen misofonía no les molestan los sonidos fuertes o cacofónicos, sino factores desencadenantes auditivos muy específicos.
1. Puede resultar doloroso oír a alguien sonarse la nariz o carraspear desde un lugar cercano.
2. Tal vez hayas dejado de ir al cine con tu pareja simplemente para evitar la gran sesión de masticación.
3. En secreto, deseas instalar amortiguadores en todos los teclados de tus compañeros de trabajo.
4. Te encantan las uñas bonitas, pero las odias cuando alguien da golpecitos con ellas sobre superficies duras.
5. Agradeces enormemente que las pizarras blancas se pusiesen de moda.
6. Pero incluso esas pizarras blancas cristalinas y brillantes pueden ser una tortura si caen en manos equivocadas.
7. Sabes que la verdadera razón por la que se inventaron las puertas de los cuartos de baño no fue por privacidad, fue para que nadie escuchara el sonido letal de alguien cepillándose los dientes.
8. Beyoncé, te queremos, pero, EN SERIO... por favor, deja de mascar chicle de esa manera.
9. Está bien. Vas a mascar chicle. No podemos impedírtelo. Pero si lo haces, por favor , no hagas burbujas. Esos globos pequeños tan sonoros son totalmente desagradables.
10. Nunca has querido ser así, pero no puedes evitar sufrir cuando alguien le da un mordisco a algo crujiente.
11. Siempre has oído que las papas fritas son malas para la salud, pero parece ser que son particularmente malas para TU salud mental.
12. Puedes identificarte de verdad con Lisa en este GIF:
13. Y crees que los popotes deberían ilegalizarse.
14. Y la gente que sorbe los fideos o la sopa debería estar condenada a cadena perpetua.
15. Gracias, Britney. Ahora mismo me estás arruinando la vida.
Este artículo fue traducido del portugués.