1.
Nunca has sido quisquilloso con la comida.
2.
No importa la hora del día, siempre tienes hambre.
3.
Cuando se trata de salir a comer, nunca te importa a dónde quieran ir tus amigos.
4.
No entiendes a las personas que odian ciertas comidas sin haberlas probado.
5.
Y te desagrada la gente que juega con su comida.
6.
Las mamás de tus amigos melindrosos quisieran que ellos fueran más como tú.
7.
Sabes que no es bueno juzgar a la comida por su apariencia.
8.
Te da mucha risa cuando la gente empieza una dieta estricta.
9.
Muchos te juzgan por tus hábitos alimenticios.
10.
Si eres de los que cocinan, te encanta aventurarte con cualquier receta exótica que encuentres.
11.
Más de una vez has optado por quedarte en casa comiendo en vez de salir con tus amigos.
12.
Tus mejores amigos son los que comparten tu pasión por comer.
13.
La cantidad de comida que puedes comer es alarmante.
14.
Si estás de mal humor, comer un poco siempre te alegra el día.
15.
No importa cuánto comas, siempre tienes espacio extra para el postre.
16.
Siempre buscas una excusa para comer entre comidas.
17.
Lo peor que alguien te puede hacer es robarte la comida.
18.
Y sabes que tu pasatiempo favorito es comer.
