1.
Usar el mismo sostén por varios días (¿semanas?) y que no te importe ni un poco.
2.
Y pescar migajas dentro de él.
3.
Dejar un tampón puesto por un poco más tiempo de lo que deberías.
4.
Enviarle mensajes de texto a tu mejor amiga sobre el intenso flujo durante tu periodo.
5.
Manchar un poco tus sábanas con sangre de tu periodo pero estar demasiado cansada para cambiarlas inmediatamente.
6.
Solo depilar las secciones de piel que todos verán.
7.
Examinar tu sucio tampón después de que ha estado ~dentro de ti~.
8.
Descubrir que es muy satisfactorio cuando un vello queda atrapado en el orificio de tu vagina y tienes que sacarlo.
9.
Observar el inodoro para admirar el tamaño de tu popó.
10.
Rascar tu cuero cabelludo y obtener gratificantes montones de piel muerta bajo tus uñas.
11.
Disfrutar realmente al extraer los vellos encarnados.
12.
Olfatear tu ropa interior cuando no puedes recordar si está limpia o no.
13.
Usar perfume en lugar de darte una ducha.
14.
Usar tu sostén como un segundo bolso.
15.
Extriparte un grano y observar cómo se enrosca un pedazo de pus realmente largo.
16.
Oler tus propios pedos.
18.
Arrancarse la pintura de uñas y dejar los trocitos amontonados en algún lugar.
19.
Pelar pedazos de piel seca de tus labios.
20.
Y simplemente posar tu mano en tu pubis de una forma para nada sexy.
