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    22 momentos incómodos que entenderán totalmente los que odian despertarse

    Lo mejor de despertarse es volverse a dormir.

    1. Todas las noches planeas lo MÁS tarde que te puedes despertar para poder hacer lo que tengas que hacer a la mañana siguiente.

    2. Te aseguras de configurar varias alarmas en intervalos de 10 minutos, para garantizar que te despertarás por la mañana...

    3. ...el sueño entre esas alarmas es el mejor sueño que jamás tendrás.

    4. Casi siempre ignoras las dos primeras alarmas, porque son solo el calentamiento para cuando realmente TIENES que levantarse.

    5. Entre las alarmas, tienes esos sueños horribles en los que estás preparándote en el sueño.

    6. Pero la última alarma te hace entrar en pánico porque ahora tienes que levantarte de verdad.

    7. Definitivamente eres culpable de despertarte tarde para eventos importantes.

    8. Así que has recurrido a extremos, como establecer alarmas en diferentes dispositivos o tener a alguien que actúe como alarma para obligarte a levantarte.

    9. Has desarrollado una intensa relación de odio-odio con el sol de la mañana.

    10. Y, por alguna razón, los rayos de la mañana siempre parecen brillar DIRECTAMENTE en tus ojos.

    11. No puedes soportar los idiotas que deciden cortar césped el día que puedes dormir.

    TRYIN TO SLEEP IN ON THE WEEKEND AND THE WHOLE NEIGHBORHOOD CUTTING GRASS EARLY IN THE MORNING

    12. Tienes una capacidad sobrehumana para controlar tu vejiga, porque tienes que estar sin hacer pipí el mayor tiempo posible.

    13. No le tienes ningún miedo a saltarte una ducha o el desayuno y usar esos preciosos minutos extra para dormir.

    14. Antes siquiera de pensar en salir de la cama, pasas al menos los primeros 15 minutos del día mirando Twitter e Instagram.

    15. Cada mañana tienes el debate interno sobre si puedes faltar a la escuela o al trabajo hoy para poder volver a dormir

    16. Entonces calculas frenéticamente el número de días de baja por enfermedad que te quedan o si puede permitirte el lujo de perder un día de clase.

    17. Odias el hecho de tener muuuucho que hacer y tener que salir de la cama.

    18. Pero a veces te quedas tumbado más tiempo y decides qué ropa vas a ponerte ese día.

    19. Luego te obligas a regañadientes a salir de la cama en un estado zombi...

    20. ...y te prometes echarte la siesta más tarde.

    21. Cuando el día ha terminado y llegas a casa, juras que nunca volverás a salir de la cama.

    22. Pero en el fondo sabes que la horrible epopeya de despertar y comenzar el día continuará para siempre.

    Despertarse es difícil.