1. Tu quiropráctico ya te habla por tu primer nombre:
2. Sabes lo que es una buena postura, pero nunca consigues encontrarla de manera regular:
3. Las almohadillas térmicas son la gloria:
4. La crema fría-caliente para el dolor es un alivio...
5. ... aunque no aguantas el olor...
6. Tu botiquín está REPLETO de analgésicos y relajantes musculares:
7. Y te ponen en "onda" o te marean cuando te las tomas con el estomago vacío:
8. La cinta de kinesiología se ha vuelto una forma de arte para ti, pero vaya si no da comezón después de un par de días:
9. La electroterapia hace que te veas y te sientas como un androide:
10. Has aprendido a la brava que los masajes pueden ser cualquier cosa, menos relajantes:
11. Has tenido mareos por los ejercicios de descompresión de la columna vertebral:
12. Después de un tiempo puedes leer muy bien tus propios rayos x:
13. Has intentado todo tipo de estiramientos:
14. Incluso has probado los métodos menos tradicionales para tener más flexibilidad:
15. Con el tiempo has aprendido a aceptar tu faja para la espalda:
16. Las máquinas de resonancia magnética siempre te hacen sentir con claustrofobia:
17. Sabes de primera mano que lo difícil de caer es levantarse:
18. Incluso hasta has probado con tratamientos alternativos, a pesar de lo diabólicamente dolorosos que se ven:
¡DEMONIOS!
19. En el trabajo te miran como si estuvieras loco cuando te sientas en una posición en la que no sientes dolor:
20. Ni siquiera soñarías con levantar algo pesado del suelo:
21. Después de colocar hielo en tu espalda diariamente, el "Ice Bucket Challenge" es un juego de niños para ti:
Así que aunque el dolor sea algo intenso...
... no es nada que no puedas manejar.
