Me llevaron a comer comida mexicana en Nueva York.
Porque soy mexicano, y los mexicanos hacemos las cosas más divertidas siempre.
¡Viva México!
#MEX
¡Power mexicano!
Llegamos. El lugar se publicita como una experiencia de cocina tradicional mexicana con un twist.
Una larga fila...
Y una decisión: ¿Tazón?
¿Burrito?
O... Dos tacos.
Por cierto. Los tacos no se ven así:
Tampoco se ven así.
Y mucho menos así.
Quizás esos son TACOUS.
Pero no tacos.
Esto es un taco.
Y así se sirve:
Y por supuesto, uno EMPIEZA la comida con dos tacos.
Y luego se piden otras delicias. Pero bueno...
Pedí un tazón de “Mexican curry” (¿?)
Pedí que le pusieran queso.
Y esto fue lo que obtuve por queso.
Esto es queso.
Queso.
¡Mira! ¡Muchos quesos!
Queso.
¿Aguacate? Claro que sí.
¿Salsa?
Y llegó el momento de la verdad.
Expectativa de comida mexicana:
Realidad
Conclusiones.
En una ciudad con 2 millones de mexicanos, en donde una gran parte de éstos trabaja en cocinas, publicitar "nueva cocina mexicana" es un gran reto porque habría que estar a la altura de una de las gastronomías más complejas y épicas del mundo.