Ir directo al contenido
  • lol badge

17 fotos que toda persona obsesa del té en-té-nderá (perdón)

RIP a todas las galletas que se cayeron dentro de la taza del té.

1. Cuando tienes que intentar explicar el tono exacto que tiene que tener tu té.

2. Cuando no te queda más remedio que abandonar un té porque la bolsita se ha ropa y cada vez que tomas un sorbo es como si masticaras hierba.

3. Cuando te arriesgas a pedir un té en la calle y te arrepientes al momento.

4. O cuando dejas que alguien te lo prepare sin darte cuenta de que NO TIENE NI IDEA.

Imagine falling in love with someone and then finding out they make cups of tea this colour

Imagínate, enamorarte de alguien y descubrir que prepara el té así.

5. Cuando tienes que ser educado y beberte la mierda de té que te ha preparado.

When someone makes you a bad cup of tea but you've gotta drink it out of respect

Todo el mundo cree que sabe preparar un buen té, pero solo tú sabes cómo.

6. Cuando le sale espuma al agua.

7. Cuando vives en una zona de agua dura y tienes que aceptar estas manchas como parte de tu vida.

8. Cuando te arriesgas y mojas la galleta medio segundo más de lo que debías.

9. Y cuando tu operación de rescate se convierte en MÁS GALLETAS BLANDAS.

10. Y a veces tu galleta ni siquiera sabe cómo caerse a una taza como dios manda.

11. Cuando tu colección de té es tan grande que necesita su propio armario.

He completado mi transformación en Paquita, tu tía de Móstoles, comprando una caja especial para las infusiones.

12. Cuando tienes una taza favorita que protegerías con tu propia vida.

13. Y cuando se te cae esa taza y estás convencido de que nunca más sabrás lo que es la felicidad.

14. Cuando tienes ganas de comprar juegos de té preciosos que no usarás nunca.

15. Cuando ves a alguien poner el té después de la leche y te da un vuelco el corazón.

16. Cuando experimentas el abrasador dolor de que se te caiga el té encima, sumado a la vergüenza de que parece que has tenido un "accidente".

17. Y cuando usas la leche que solo se había pasado un día de su fecha de caducidad y te das cuenta de que has cometido un gravísimo error.