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Por qué los pijamas a juego son el secreto de sentir que lo tienes todo bien organizado

Confía en mí.

Hay muchísimos pasos prácticos y a largo plazo que puedes dar si te da la impresión de que tu vida no está organizada; entre otros, establecer metas, planificar meticulosamente y hacer un examen de conciencia a fondo. O (déjame explicarlo) podrías comprarte un pijama a juego. Para la mayoría de la gente (incluida yo misma, hasta el año pasado) el atuendo para dormir o estar por casa suele consistir en una camiseta grande y pantalones de chándal con agujeros, lo cual evita que lo uses en público más de un rato.

Lo usas para hacer las tareas de casa, para ir a la tienda a por leche y para dormir. Sí, es supercómodo, pero lo que no consigue es hacerte sentir como una mujer en una comedia romántica que trabaja en una revista de altos vuelos y vive en Manhattan. ¿Sabes qué hace que tengas esa sensación? Los pijamas a juego.

Teniendo en cuenta que el apartamento en Manhattan es algo que la mayoría no tenemos muy a mano, que la parte de arriba y la de abajo hagan juego mientras estás en casa es una manera mucho más realista de sentirte glamurosa. Nunca comprendí por qué había que arreglarse un poco para estar en casa y comer pasta con pesto mientras miro la pantalla del portátil, pero estas Navidades pasadas me regalaron nada menos que TRES pijamas a juego... y os lo aseguro: ¡la cosa cambia por completo! Quitarme la ropa de ir a trabajar y ponerme un conjunto de estos es todo un lujo; te sientes arropada por un tejido cómodo y tu aspecto es tanto el de una persona de negocios que no se anda por las ramas (al fin y al cabo es un traje) como de un osito de peluche. Es una combinación poderosa a la vez que adorable.

Arreglarte para salir de casa ~haciendo un gran esfuerzo~ para dar la impresión de que tienes tu vida organizada supone planificar, buscar complementos y mirar en Instagram para intentar componer un modelito adecuado con las cosas que tienes. ¡Pero no hay nada como estar en casa con un pijama con el que básicamente no tienes que hacer nada para parecer una persona adulta y segura de sí misma, que seguramente tiene su propio planificador y organiza su ropa interior por colores! Incluso algo tan banal como sacar la basura, abrir la puerta cuando vienen a traerte un paquete o gritarle al perro para que entre en casa cuando está en el jardín resulta un poco más lujoso cuando para estar en casa no te pones dos trapos cualquiera sino un conjunto.

Le doy mucha importancia a hacer cosas pequeñas que me produzcan la ilusión general (con énfasis en "ilusión") de que soy una persona superorganizada que puede parar un taxi con total seguridad y que prepara la pasta sin acabar haciendo la suficiente como para una familia de cinco personas. Por eso enciendo tantas velas olorosas lujosas e insisto en comprar productos para el baño que tiñen el agua de rosa. Es como darse un caprichito todos los días, un caprichito que te hace sentir que eres una persona con un plan a cinco años vista y que sabe cómo funciona tu pensión de jubilación.

Además, el pequeño cambio de atuendo da para mucho cuando estás en casa sintiéndote un poco asquerosilla. Incluso con un moño grasiento y crema para los granos por toda la cara, mi pijama de franela (o el de estrellas y lunas si quiero sentirme un poco "extra") me impregna de un cierto sentido de "¡No eres ningún desastre, tú puedes! Mira: si llevas una camisa abotonada EN CASA. ¡Eres básicamente la directora general de esta casa!"

Si quieres sentirte como una mujer glamurosa que todos los domingos sale a tomar el brunch con un grupo de amigas atrevidas, hazte con un pijama sedoso de estampado ~interesante~. Si, como yo, te gusta sentir que eres la encarnación humana del Oso Paddington, elige algo más cómodo como este pijama de franela. También puedes complementarlo con uno de esos candelabros con asa, como los que usan los personajes de las novelas de Charles Dickens, pero eso es opcional.

Es cierto que los pijamas a juego no te convertirán en el tipo de persona que prepara todas las comidas de la semana el domingo, o que nunca intenta justificar gastarse demasiado dinero en compras en línea solo para cumplir la cantidad necesaria para conseguir el envío gratis, pero te hará sentir un poco más como un personaje de película que sí haría cosas así; lo cual, sinceramente, es un buen comienzo.

Este artículo ha sido traducido del inglés.