La semana pasada tuvo lugar la inauguración del Bar Luce, un café en Milán diseñado por el cineasta Wes Anderson.
El café, ubicado dentro del complejo recién inaugurado Fondazione Prada, es todo lo que podría esperar cualquier seguidor de Wes Anderson.
Anderson ha descrito el bar como el lugar perfecto para escribir una película, lo que tiene mucho sentido, ya que el bar parece de los que le harían la competencia al del Hotel Grand Budapest.
"Creo que sería un buen escenario para una película, pero también creo que sería un mejor lugar para escribir una película. Traté de convertirlo en un bar en el que pudiera pasar mis tardes alejado de lo ficticio", explicó en un comunicado.
Naturalmente, cada detalle del bar es digno de Instagram.
Desde el menú...
...hasta el piso.
Y los pasteles —aunque técnicamente no de la panadería Mendl's— se ven más dulces de lo normal.
Hay un cuarto de baño en el que a Margot Tenenbaum seguramente le gustaría pasar sus días escondida.
Además, una máquina de pinball perfecta de The Life Aquatic...
...y la que tiene que ser la rocola más bella que jamás se haya fabricado.
Porque, como era de esperarse, los pasteles suaves son una parte clave del diseño interior en el Bar Luce.
Una vez más, Wes Anderson, has hecho las cosas mejor de lo que nadie creía posible.
