'Jumanji' se estrenó hace ya casi 22 años, que son los que llevo traumatizado por la película.
Todo en la película es terrible desde el principio. No es ya solo que Allan no tenga prácticamente a nadie (sus padres pasan de él y en el colegio sufre acoso), sino que de repente un juego de mesa le absorbe y queda encerrado en una jungla. Porque sí. Porque la vida es horrible y le pasan cosas malas a la gente buena. Este es el mensaje.
Pero esto es solo el comienzo. Aparecen otros niños –huérfanos, para enfrentarte de entrada con la irremediable mortalidad de tus padres– y, venga MONOS PSICÓPATAS.
No pasa nada: aparece Allan para salvarles. Allan, el niño que pasó 26 años encerrado en la jungla. Por tirar unos dados.
Oh, Allan, bienvenido. ¿Qué tal tu familia? TODOS MUERTOS.
Pero bueno, no perdamos tiempo pensando en que estás completamente solo, que este señor querrá matarte.
¿Qué dices? ¿Que ese rifle de dibujos animados no da miedo?
El cazador es el padre. Están interpretados por el mismo actor. Y nadie lo explica. Nadie dice nada. Es una idea que entra subliminalmente en tu mente infantil. Tu padre te quiere matar.
(Es importante recordar que, mientras ocurre esto, no dejan de aparecer animales terroríficos).
Y tú, alma cándida e infantil, piensas «pero ¿por qué no hacen trampas?». Sencillo, porque si haces trampas pasa ESTO:
Pero nada, ABSOLUTAMENTE NADA, es tan terrorífico como la escena en la que aparecen arañas gigantes mientras la casa se traga a Allan.
N A D A
Pero al final todo está bien, todos se salvan y es un final feliz, ¿verdad? NO. Al final OTROS NIÑOS encuentran el juego. Nadie está a salvo. Tú podrías ser el siguiente.
Y no es solo que lo diga yo, es que el propio Robin Williams no consideraba que fuese una película para niños y no dejaba verla a sus hijos.
