1. Puedes saber en qué parte de España (o incluso del mundo) estás solo por cómo pronuncian tu nombre.
2. Sabes que cuando te presentas tendrás que repetir tu nombre al menos una vez.
3. Y si no tienes que repetirlo es porque lo han entendido mal.
4. Así que te conformas con lo que sea cuando te hartas de corregir a la otra persona.
5. Al menos en tu cumpleaños suele haber consenso.
Sabes que tienes un nombre raro cuando no cuadra bien en la canción de cumpleaños
"Te deseamos TODOS...".
6. Y tampoco sueles ver esto:
7. Una vez pasado el proceso de repetir el nombre toca que te pregunten de dónde es y qué significa.
8. La gente espera historias impresionantes detrás de él.
9. Te sorprende muchísimo cada vez que alguien pronuncia bien tu nombre a la primera.
10. El autocorrector no es precisamente una tecnología que te haya cambiado la vida.
11. Cada vez que escribes tu nombre en un trabajo tienes que soportar esto:
12. Cada vez que pasan lista temes lo peor.
13. Posiblemente te hayan puesto un apodo para simplificar las cosas.
14. Te deja de piedra cuando un personaje de una serie o película se llama como tú.
Tienes un nombre raro cuando te da toa la emoción que alguien de la tele se llame como tú.
Aunque es probable que esto te haya pasado como mucho una vez en la vida.
15. Tras mucho tiempo, has encontrado la combinación exacta para que la gente lo entienda rápidamente.
16. Eso sí, en general, te encanta tener un nombre tan original…
17. Hasta que ves que está mal escrito en un documento oficial.
