Hay dos cosas seguras cada vez que se sortea el Gordo de la lotería: que no te va a tocar y que un niño de San Ildefonso va a hacer algo entrañable como equivocarse de número, emocionarse o invocar a Satanás cuando sale premiado el 00666. Este año le ha tocado a Aya, que canta los mil euros CON PASIÓN.
(Todo el mundo estaba llamándola Noelia, pero se llama Aya):
El caso es que todo el mundo ADORA a Aya.
Hasta el público ha empezado a darlo todo.
Y, bueno, cuando ha dado el quinto premio ha sido como si hubiese dado el Gordo, claro.
Incluso están pidiendo que vaya a Eurovisión.
Y oye...
Gracias, Aya, has hecho que nos importe un poco menos no haber ganado ni un euro.