1.Te tienes que resignar a escuchar tu nombre mal pronunciado una y otra vez.
2.Y del apellido ni hablamos, claro.
3.Hablando de apellidos, por algún motivo todo el mundo te pregunta si has visto ‘8 apellidos vascos’.
4.“¿Eres de la Real o del Athletic?”.
5.Pero al fútbol le debes lo de que gracias a Xabi Alonso por lo menos ya no te llaman “Chabi” ni “Csabi”.
6.Siempre hay alguien que quiere saber qué significa tu nombre.
7.“¿Y hablas vasco?”.
8.Para acto seguido, independientemente de tu respuesta, decir “tiene que ser dificilísimo”.
9.Te han preguntado si de verdad es tan difícil ligar en Euskadi.
10.¿Has hecho amigos? Seguro que ya te han apodado algo tan original como “el lehendakari” o, directamente, “la vasqui”.
11.Y es posible que se despidan de ti diciendo “agur”.
12.También está el gracioso que te habla siempre del vascuence o las vascongadas.
13.Y más de una persona (aunque generalmente es la anterior) parece culparte directamente a ti de todo lo relacionado con el independentismo.
14.Pero da igual, porque sabes que la mayoría de las personas que conocerás serán maravillosas y, sobre todo, porque verás algo que nunca ves en Euskadi:
