En primer lugar, se convocará una nueva sesión de investidura.
Se tiene que celebrar en un período no superior a los dos meses.
En esta ocasión, para elegir a un presidente no será necesario contar con mayoría absoluta, sino que bastará con mayoría simple.
La mayoría simple se diferencia de la mayoría absoluta en que únicamente es necesario que haya más votos a favor que en contra.
Es tan simple que tiene un iPhone 5 con la pantalla rota porque "para meterme al WhatsApp y subir alguna foto al Instagram me sobra".
En esta nueva votación, los diputados también se enfrentan a la votación del público.
Se contabilizarán tanto los SMS recibidos como los tuits con el hashtag #SalvarNombreDelDiputado.
Finalmente, un jurado compuesto por Risto Mejide, Chelo García Cortés y José María Gutiérrez 'Guti' elegirá a uno de los tres diputados menos votados para abandonar el hemiciclo.
Una vez formado el nuevo Gobierno provisional, se elegirá al diputado inmune para la próxima sesión con una prueba de habilidad.
Tradicionalmente, consiste en cocinar un primer plato con los ingredientes de la caja sorpresa, aunque también se pueden organizar gincanas o, incluso, rondas relámpago de preguntas de cultura general.
Además, el ganador de la inmunidad tendrá una ventaja para la prueba de grupo, pero esta no se revela hasta minutos antes de comenzar.
Esta ventaja tan solo la conocen el Rey y el presidente del Senado, cuya función a lo largo de la legislatura será determinar en qué momento se convocarán los juegos del hambre.
Este proceso se repite hasta que tan solo quedan 4 diputados, que serán quienes disputen la final.
Eso sí, quienes hayan sido eliminados no se irán con las manos vacías: se llevarán los cuchillos con los que han participado en la legislatura.
La gran final consta de dos partes: una batalla de gallos y una partida de Street Fighter II.
El encargado de hacer el beat box en la batalla de gallos es el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
Finalmente, el ganador es nombrado presidente de España y decide si se queda con Cataluña o si prefiere la caja sorpresa.
Y, además, tiene el poder de elegir al representante del país en Eurovisión.
De nada.
