1.
Te sientes un poco infantil cuando sales a cenar y todo el mundo pide vino.
2.
Así que a veces te lo pides solo por no quedar mal y cuando te preguntan cuál quieres dices el nombre de un río al azar.
3.
Eso sí, te ofendes cuando alguien dice que le da igual si solo tienen Cruzcampo.
4.
Nunca jamás te pides una caña.
5.
Ya sabes qué marca de cerveza tiene cada establecimiento de tu barrio y planeas tus visitas en función de ello.
6.
Aparte, en tu bar favorito saben cuál es tu elección por defecto.
7.
Si te invitan a una cena, llevas cerveza.
8.
Cuando sales de tu ciudad siempre pruebas la cerveza local.
9.
Menos en Andalucía, claro. La Cruzcampo, ni para regar.
10.
Este es el único héroe con cuyos valores te identificas.
11.
Bueno, y el hombre que entró en su casa en llamas para rescatar su cerveza.
12.
Si sales de tapas, terminan por no traerte comida con las cervezas porque empiezas a sufrir para terminártelas.
13.
Conoces perfectamente la JERARQUÍA DEL SABOR.
14.
Si eres una persona inquieta, has escuchado varias veces lo de que quitar la etiqueta es porque no follas.
15.
Has ahondado en la bolsa de un vendedor callejero para encontrar una buena marca de cerveza a un euro.
16.
Te encanta el verano, porque el plan es ir a una terraza a tomar unas cañas, en lugar de los estúpidos y aburridos vinos del otoño-invierno.
