El pasado fin de semana más de 100.000 venezolanos cruzaron la frontera con Colombia para poder comprar alimentos y medicinas en vista de la enorme escasez y crisis económica que atraviesa el país.
Este es el segundo fin de semana consecutivo en el que abren la frontera temporalmente, luego de que el año pasado el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exigiera su cierre.
El puente fronterizo que conecta a Táchira (Venezuela) con Cúcuta (Colombia) estuvo abierto desde el sábado 16, hasta el domingo 17 de julio.
Y durante esos dos días miles de venezolanos cruzaron a pie, mientras la mayoría de ellos cantaban civilmente frases contra el gobierno: "y va a caer, este gobierno va a caer".
Este suceso fue visto por los presentes como una oportunidad única para comprar y llevar a sus casas los productos de primera necesidad que no se encuentran en el país.
Recordemos que en Venezuela la gente espera diariamente en largas filas para comprar algún producto, tanto alimenticio como de primera necesidad.
Sin embargo, en muchos casos esa espera en interminables colas, la cual viene acompañada por inseguridad y ataques violentos, no asegura la compra del producto.
Es por esta razón que el pasado fin de semana tantos ciudadanos prefirieron viajar, hasta por más de 10 horas, desde varios puntos de la nación, buscando cruzar la frontera y comprar en el país vecino.
Durante todo el fin de semana, San Antonio, la ciudad fronteriza, tuvo a los terminales de autobuses hasta la capacidad máxima, y todos los hoteles estuvieron llenos. Miles de personas optaron por dormir en las calles hasta que abrieran el paso.
Desde papel sanitario, pasando por harina de maíz, aceites, todo tipo de medicinas y hasta herramientas para ejecutar una césarea médica, son algunos de los productos que más se vieron pasar a través de la frontera.
Niños de todas las edades, adolescentes y hasta adultos de la tercera edad cruzaron en la búsqueda por el pan de cada día.
Por su parte, el mandatario venezolano ha decidido extender, por 60 días, el estado de emergencia que declaró el pasado 14 de enero, mientras culpa a la oposición y a Estados Unidos de tenerle una guerra económica a su gobierno.
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