1.
Llamando para decirle algo que le pudiste haber comunicado por mensaje de texto.
2.
Preguntándole si le pasa algo solo porque no está sonriendo como tú.
3.
Insistiéndole que vaya a una fiesta a la que ya te dijo que no podía ir.
4.
O peor aún, pedirle que se quede más tiempo cuando ya se ha despedido.
5.
Juzgar que prefiera quedarse en casa antes que salir a bailar.
6.
Pidiéndole que hable "más alto".
7.
O interrupirlo/a cuando está hablando.
8.
Convertirlo/a, constantemente, en el centro de tus chistes cuando estás en un grupo amplio de personas.
9.
Haciéndole preguntas personales cuando no tienen una relación muy íntima.
10.
Si es tu amigo/a, obligándolo a interactuar por mucho tiempo con extraños.
11.
Sentándotele al lado cuando decide alejarse un rato.
12.
Mantener excesivo contacto físico cuando le hablas.
13.
Invitarlo a planes espontáneos, es decir, con menos de un día de anticipación.
14.
Felicitarlo en su cumpleaños frente a un grupo grande de personas desconocidas.
15.
Exagerando con el contacto visual.
16.
Y siempre está mal preguntarle: "¿por qué eres as?í".