Hace dos años que Ricardo Fort no está más entre nosotros físicamente, pero ha renacido en las redes sociales con más fuerza que nunca.
Aparentemente, hay un tweet e imagen de Fort para CUALQUIER situación de la vida.
Como cuando te mandan un mensaje avisándote que el servicio de Whatsapp pasará a ser pago.
Cuando te agregan a un grupo de Whatsapp con gente que viste dos veces en la vida y no tenés nada en común.
Cambias la foto de perfil y te empiezan a hablar buitres que desconocías que todavía tenían tu número.
Cuando te preguntan "¿En qué andas?" y remas una mentirita piadosa para que no sepan cómo vivís.
Cuando tu mamá te llama por Whatsapp aunque ya le hayas dicho que no te funciona.
O cuando el/la que te gusta aparece en línea y no te habla.
Decidis, heroicamente, dar el primer paso y hablarle.
Pero lo lee, y te aparece que se desconectó sin contestarte.
Vas a tu grupo de amigos de Whatsapp a destrozarlo por ignorador serial.
Y al otro día te despertas con 200 mensajes nuevos porque se entusiasmaron hablando en el grupo mientras no estabas.
Cuando tiempo después de no ceder y no hablarle, te habla primero.
Y el mensaje que recibís es exactamente lo que querías leer.
Y pensás por un segundo, "Al fin me habla primero, voy a ser copada para generar un refuerzo positivo"...
...pero te pones tan nerviosa que el autocorrector hace LO QUE QUIERE con tu vida.
Y no sabés de qué disfrazarte.
Decidis irte de la conversación antes de que te claven el visto.
Y te levantás con una sensación de triunfo como la que Ricky sentiría si supiera lo mucho que usamos sus palabras al día de hoy.
Gracias por tanto material, Ricky.