Los participantes son personas muy malas para eso de la repostería, y tienen que recrear postres hechos por profesionales, así que, los resultados son muy... interesantes.
Tienen que cumplir un primer reto ~sencillo~, que obviamente se sale de control.
Los chefs invitados lo hacen parecer como algo muy fácil, pero durante todo el show puedes ver cómo los concursantes no tienen ni idea de qué están haciendo.
Les dan una hora para hacer un postre pequeño. Obviamente, el tiempo no es suficiente.
Además, también les dan la libertad para improvisar con los materiales... y no siempre es una buena idea.
El segundo reto es más complicado, los tres concursantes deben tratar de hacer una copia exacta de un pastel...
Como esta bella torre del castillo con todo y princesa, dragón y caballero.
Y bueno, las ~réplicas~ son oro puro.
Algunos de los reposteros primerizos nunca habían usado pintura ni fondant en su vida, ¿se nota?
Algo es seguro, tal vez los concursantes no sean expertos decoradores, pero son buenísmos para eso de la improvisación.
Una de las pruebas más difíciles del programa es replicar este tiburón.
Los resultados finales son una maldita maravilla.
DI-VI-NOS.
¡JOYAS!
Con cada episodio que pasa, vas encontrando más creaciones como esta y simplemente no puedes dejar de verlo.
Los retos se ponen más y más difíciles.
Y los pasteles te dejan muy, MUY confundido.
Está claro que esta es una isla con un volcán y un dinosaurio, ¿no?
Hay concursantes que no pueden ni completar la prueba más sencilla.
Para todo lo que estás haciendo y date un maratón de este show.
