Vale. Al igual que todo el mundo con suscripción a Netflix, he estado volviendo a ver Friends desde que llegó ahí a principios de año.
La otra noche estaba viendo la primera temporada sin parar cuando me encontré con una premonición absolutamente perfecta.
El grupo está en el hospital esperando a que nazca el bebé de Ross.
Monica y Chandler están sentados juntos cuando de pronto pasa de largo una enfermera empujando una cunita con un bebé recién nacido.
Y Monica dice esto:
Chandler, muy en su línea, responde con un chiste que da a entender que tienen una relación.
Saltemos ahora a la octava temporada: otra vez estamos en el hospital. Esta vez el grupo está ahí para darle la bienvenida a Emma, el bebé de Ross y Rachel. Y, de nuevo, a Monica se le cae la baba con los recién nacidos.
Entonces Monica abraza a Chandler y suelta exactamente la misma frase que pronunció en la primera temporada.
Y Chandler, al igual que en la primera temporada, responde con un chiste. Sin embargo, esta vez no solo tienen una relación sino que están casados.
Y el hecho de que el deseo de Monica de tener un hijo sea igual de fuerte durante esos ocho años hace que la frase de Chandler en esta escena sea incluso más conmovedora.
Cortamos a mí llorando amargamente en el suelo.
Pero, esperad... eso no es todo.
Volvamos al episodio de la primera temporada. Poco después de que Monica le diga a Chandler que quiere un bebé, sacan de una habitación una camilla con una madre que acaba de dar a luz. Lleva mellizos, uno en cada brazo.
Y Monica dice esto.
Chandler le asegura que tendrá un bebé.
Y entonces se le ocurre un plan.
Cortemos a la décima temporada. Monica y Chandler no tuvieron que esperar a cumplir 40 años para casarse, porque se enamoraron y pasaron por el altar mucho antes. Y no tienen uno sino dos bebés.
MELLIZOS. Al igual que la mujer de la primera temporada, a la que Monica envidiaba.
Y mi corazón no puede soportar lo perfecto que es todo esto.
Este artículo ha sido traducido del inglés.