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    8 emotivas historias sobre cómo Harry Potter puede cambiarte la vida

    Para celebrar el 20 aniversario del primer libro de Harry Potter, ocho personas nos cuentan cómo la magia de la saga ha afectado sus vidas.

    Les pedimos hace poco a los miembros de la Comunidad BuzzFeed que nos contaran cómo Harry Potter cambió sus vidas para conmemorar el 20 aniversario de la saga. Aquí están algunas de sus historias más emotivas.

    «Me permite seguir creyendo en la magia, de la que trasciende el tiempo y la enfermedad e infunde el amor de vuelta a nuestras almas».

    Mi abuela me enseñó a leer con los libros de Harry Potter. Primero empezó leyéndomelos, después los leíamos juntas. Cuando salieron las películas me llevó a mí y a mis primos (los 21 nietos) a ver las películas al cine, pero siempre me pedía que me sentara a su lado. Cuando creces en una familia tan grande como la mía, es difícil encontrar tu lugar o sentir que te escuchan, pero mi abuela nunca me hizo sentir así. Y siento que le debo a Harry Potter al menos parte de ese vínculo.

    Mi abuela ahora tiene Alzheimer agresivo y apenas recuerda a alguien o algo. En algunas ocasiones, le he vuelto a leer los libros de Harry Potter. No solo parece que la tranquiliza, sino que me permite seguir creyendo en la magia, de la que trasciende el tiempo y la enfermedad e infunde el amor y el vínculo que ha robado esta enfermedad de vuelta en nuestras almas. Este tipo de magia une a la persona que una vez fue con la persona en la que me estoy convirtiendo. Me recuerda que aunque ella no esté mentalmente presente, todavía es gran parte de lo que soy. Y pese a que no puedo hablar definitivamente por ella, sé que en el fondo es un sentimiento mutuo.

    – Chelsea

    «Hice mis primeras amistades por una obsesión mutua... Esas mujeres son personas que todavía quiero y me importan mucho».

    Siempre fui la niña más complicada. Un pequeño bicho demasiado creativo que tenía problemas para conectar con la gente y seguir las normas sociales. Hice mis primeras amistades por una obsesión mutua con Harry Potter. Teníamos un club de Harry Potter. Escribíamos nuestras propias versiones de El Profeta, hacíamos ranas de chocolate con Tootsie Rolls, celebrábamos fiestas de cumpleaños de temática Harry Potter y nos vestíamos como brujas durante Dios sabe cuántos Halloweens. Cuando una de nosotras conseguía un libro publicado recientemente antes que las otras, nos llamábamos para leerlo por teléfono. Esas niñas son ahora mujeres a las que todavía quiero y que me importan mucho.

    Harry Potter fue una parte enorme de mi crecimiento y, en los malos momentos, me escabullía con el libro y escapaba un ratito de la realidad. La fantasía y la magia de todo aquello me ayudan a sobrellevar la depresión clínica y a día de hoy todavía me puedes pillar con un libro de 20 años escrito para niños.

    pratyushap

    «Hizo que las complicadas emociones que sentía fueran tangibles».

    Tenía 7 años y El prisionero de Azkaban estaba a punto de publicarse. Para mí era un desafío. Lo libros estaban por encima de mi nivel de lectura, pero seguí adelante (a veces solo leía una página al día) y finalmente leí mi primer libro completamente por mí misma. Nadie me había contado la historia de antemano, nadie me guió ni me puso a prueba para ver lo que recordaba. Me encantó. Me encantó la historia, pero sobre todo me encantó la experiencia de descubrir un nuevo mundo por mí misma.

    Pero lo más importante es que J.K. Rowling hizo que las complicadas emociones que sentía fueran tangibles. Tuve una educación difícil llena de abuso y confusión, y desarrollé trastorno límite de personalidad y trastorno bipolar. J.K. Rowling hizo algo mágico cuando creó criaturas aterradoras: reconocí en los dementores mi propia depresión y los boggarts se convirtieron en una representación de mis recuerdos, algo que para mí era completamente aterrador, pero que finalmente pude controlar. Viendo la manera en la que J.K. Rowling fue capaz de explicar estos sentimientos, que tan abstractos fueron para mí, me motivaron a encontrar un modo de usar mis propias experiencias de forma creativa. Ahora soy escritora, y a pesar de que todavía tengo momentos horribles que me llevan al hospital, he encontrado una manera de salir adelante cuando todo es insoportable. Hay veces que me pregunto si todavía seguiría con vida si no hubiera vivido la experiencia Harry Potter.

    – Rachael Matthews, Facebook

    «Me enseñó que si pasas todo el tiempo temiendo tu muerte, habrás vivido una vida que no merece la pena vivir».

    Esto puede parecer extraño, pero aprendí más de la historia de la vida de Tom Riddle que de las experiencias del resto en esos libros. Empecé a leer en 1998 cuando tenía 8 años y leí a lo largo de los años hasta el salió el último cuando tenía 17. De niño me asustaba todo. Tenía miedo de morir y de que mis padres murieran. Puedo decir de verdad que los libros de Harry Potter me ayudaron con el miedo a la muerte. Me impactó de verdad leer sobre el pasado de Voldemort y su obsesión con su mortalidad. Pasó toda la vida con miedo, buscando desesperadamente una forma de convertirse en «maestro de la muerte», pero al final no tuvo calidad de vida en absoluto. Murió rodeado de personas, pero completamente solo. Esa historia me ayudó de verdad a alejar el miedo y vivir la vida. Me enseñó que si pasas toda la vida temiendo a la muerte, habrás vivido una vida que no merece la pena vivir.

    medlilove

    «Estoy en deuda de por vida con J.K. Rowling por la curación que me dio».

    Cuando yo tenía 7 años, mi madre se puso muy enferma. Mi padre tuvo que llevarla a un hospital de investigación en Florida, pero los médicos no tenían ni idea qué le estaba causando esta enfermedad repentina y extremadamente dolorosa. No sabían si la superaría con vida y, si lo hacía, probablemente se quedaría en silla de ruedas el resto de su vida. Fue durante esta época en la que mi profesor de segundo de primaria se dio cuenta de que estaba aburrida de los libros de la biblioteca de la clase y me mostró los libros de Harry Potter. Una vez que esos libros estuvieron en mis manos, no me alejé de ellos.

    Cuando abrí esos libros estaba en un mundo donde no tenía que pensar que mi madre estaba enferma o que estaba lejos de mis padres, y cuando pensaba en ello podía acudir a Harry. Él ya no tenía a sus padres consigo, pero era valiente y se encontraba bien. Tenía grandes amigos y personas como Hagrid y Dumbledore que le cuidaban. Mientras mi madre no estaba, leí y releí aquellos libros una y otra vez, y cuando por fin volvió a casa en silla de ruedas y no podía jugar conmigo como solía hacer, seguí leyendo esos libros. Me ayudó a superarlo.

    Con el paso de los años, volví a aquellos libros para descansar de muchas cosas. Cuando recibí radioterapia hace unos años y me tuvieron que aislar de todos, tenía esos libros. Me ayudaron mucho a superarlo. Estoy en deuda de por vida con J.K. Rowling por la curación que me dio. Para mí significa un mundo y mucho más. ¿Y mi madre? Después de muchos años de dolorosa lucha, se recuperó milagrosamente y anda por sí misma como si nunca hubiese estado enferma. Es un milagro andante. Le presté los libros y le encantan tanto como a mí. Gracias, Harry Potter. Eres mucho más que una serie de libros.

    christinemcree

    «Luna era excepcionalmente amable e inteligente, pero tampoco tenía miedo de quien era. Era todo lo que quería ser».

    Empecé a leer los libros de Harry Potter en secundaria y, como la mayoría de nosotros, fueron tres años duros para mí. Lo que me ayudó a superarlo (y otros muchos momentos difíciles de mi vida desde entonces) fue Luna Lovegood. Luna fue el primer personaje que me encontré en mi viaje literario que era no solo excepcionalmente amable e inteligente, sino que tampoco tenía miedo de quien era. Yo era una chica de 13 años bisexual (en secreto) que no tenía amigos, y ella era todo lo que quería ser. Ella recibió más mierda de sus compañeros de clase que la mayoría de los niños y aun así conservó una conducta tranquila y una sonrisa agradable en la cara.

    calikelsi

    «Me dio el valor de luchar siempre para hacer lo que está bien, sin importar la opinión de los demás».

    Mi infancia fue bastante Dursley. Mis padres me usaban para las tareas de la casa y el trabajo manual sin darme las gracias o amor a cambio. Leí por primera vez Harry Potter cuando tenía 12 años e inmediatamente me enamoré. Él era un chico al que podía pasarle toda la mierda y aun así se levantaba sobre el mal y la opresión para hacer lo que estaba bien para los otros y salvar el mundo entero.

    Me criaron en una familia muy religiosa y ya no tenemos nada que ver los unos con los otros desde que soy abiertamente lesbiana y estoy casada con una mujer. Harry Potter me enseñó que está bien formar tu propia familia y rodearte de personas que de verdad te quieren y les importas. Las lecciones de amistad, valentía y lealtad todavía las llevo hoy como la base de mis creencias y pasiones. Esta serie me dio el valor de luchar siempre por hacer lo que está bien, sin importar la opinión de los demás. Las estadísticas dicen que nunca debería haber salido de mi pequeña ciudad y que no debería haber conseguido tanto en la vida. Harry Potter es la razón por la que superé esas estadísticas y por la que estoy dedicándome a mi doctorado en educación, y da forma continuamente a la manera en la que interactúo con mis alumnos. Muchos de ellos son niños de la alacena debajo de las escaleras, y hago lo mejor que puedo para usar mis vivencias (y las de Harry) como una base para entender y superar las adversidades de la vida.

    – Ashley Higginbotham, Facebook

    «Mi madre usaba los diálogos de Dumbledore para explicarme, a la edad de 11 años, que no se recuperaría del cáncer».

    Harry Potter da y continúa dando apoyo emocional durante los momentos más duros de mi vida. Mi madre me dio los primeros dos libros después de leer una crítica de La cámara de los secretos mientras estaba dándose quimioterapia. Unos años más tarde, utilizó los diálogos de Dumbledore («¿piensas que los muertos a los que amamos nos dejan de verdad?») para explicarme, a la edad de 11 años, que no se recuperaría del cáncer. Falleció poco tiempo después.

    No solo me encantó leer Harry Potter para escapar de un momento devastador y confuso, sino que también hizo que Harry y yo nos entendíamos mutuamente. Quizás de alguna manera los dos somos niños que sobrevivieron. Ahora tengo casi treinta años y los recuerdos que tengo de mi madre se han desvanecido mucho. Cuando leo Harry Potter , el regalo que ella me dio, me siento conectado a ella y siento que, como Lily Potter, nunca me dejó de verdad. Creo que nunca podré agradecer a J.K. Rowling lo suficiente por algo tan preciado.

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    Este artículo ha sido traducido del inglés.