1. Cuando te caminan por la espalda mientras estás en la cama.
2. Y cuando deciden echarse y acurrucarse justo ahí.
3. Cuando te guiñan el ojo lentamente.
4. Cuando se ponen tan cómodos que sus garritas se asoman.
5. Y cando sus garras se atoran en algo y no puedes evitar soltar una risita por su intento de liberarse.
6. Su extraña aunque adorable obsesión con el plástico.
7. Cuando se echan barriga arriba y tú sabes que se sienten seguros y cómodos.
8. Cuando las pupilas se les agrandan y es lo más lindo del mundo.
9. Cuando mueven el rabo antes de balancearse sobre lo que sea que hayan elegido.
10. Cuando casualmente siempre están en la misma habitación que tú.
11. Cuando les agarran ataques de energía aleatorios y corren como locos por la casa.
12. La ingenuidad de los lugares que escogen para dormir.
13. Y cómo pueden convertir cualquier cosa en un juguete.
14. Cuando te marcan con sus dientitos.
15. ¡Cuando asoman la lengüita!
16. Cuando puedes mirarlos mientras pasan tiempo sobando meticulosamente.
17. Y cuando quieren un poco de tu comida y sacan su garrita del modo más amable.
18. Cuando descubres un juego nuevo para jugar con ellos.
19. Cuando conoces a tu gata lo suficientemente bien como para saber siempre dónde encontrarla.
20. Cuando se pliegan y se convierten en un pan de gato.
21. Y cada vez que están tan felices que ronronean.
