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Aquí tienes dos cachorritos de golden retriever muy educaditos.
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Y una foto familiar de unos carlinos.
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Y aquí... un pequeño beagle contemplativo.
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Contempla a este perro que tan en serio se toma lo de proteger su pelotas de tenis.
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¡UN CACHORRO! Tiene un gesto como de estar juzgándote por algo, pero... seamos sinceros: este cachorrito es mejor persona que todos nosotros.
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Aquí hay dos coleguitas acurrucados para echarse una siesta, preguntándose si vas a unirte a ellos o a quedarte ahí mirando como una persona rara.
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¡CHOCA ESOS CINCO, CACHORRITO! Esto es algo que todos necesitamos de vez en cuando.
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Y mira a este tipo. Es feliz así, amigos.
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Y estos amigos del alma disfrutando de su mutua compañía (¿Ves? ¡Te dijimos que habría un conejito!)
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¡Hala! Mira a esta peque toda orgullosa con su palo. ¡Buen trabajo!
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Y, ya que estamos, aquí tienes un cachorrete con ojazos.
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Y MIRA ESAS OREJAS. ESAS OREJAS GIGANTES Y PUNTIAGUDAS.
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Aquí está esta bolita que acaba de capturar un trozo de hoja.
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Y aquí tenemos a esta cosa tan achuchable que no sabe muy bien qué hacer con el tema de la nieve.
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Mira a este tío. Qué gran estrella.
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Que descienda sobre nosotros la gracia de este chiquitín.
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Y este montoncito de rizos color miel.
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¡Por supuesto, no podemos olvidarnos de las flexibles lenguas perrunas!
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¡Lengua fuera, orejas para arriba, sentado en un carrito con un montón de flores que seguramente acabará comiéndose más tarde! ¡Viviendo su sueño!
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Hablando de orejas... ¡MIRA ESTAS!
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A veces, la cantidad de cosas adorables que hay en este mundo es abrumadora.
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¡Tantos cachorritos aprendiendo a ser un buen chico!
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Llenando el mundo de luz y de sonrisas y de pequeñas huellas de patitas llenas de barro.
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Aquí tienes a este chico hecho polvo después de un día muy largo. Y TODAVÍA consigue que el mundo sea un lugar mejor.
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Y otro chavalín que ni siquiera está consciente, pero SIGUE cumpliendo con su deber de hacer sonreír a la gente.
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Tómate un tiempo para apreciar de verdad a estas monadas.
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Estos inocentes rayitos de sol.
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Compartiendo su esponjosidad y su amor incondicional.
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Y REPARTIENDO SUS SONRISAS TAN ADORABLES.
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¡QUÉ SUERTE TENEMOS DE TENEROS, PERRITOS!
