AMLO y los #corazoncitos de piel sensible

    Opinión: Con un menor presupuesto para publicidad oficial, suena difícil que López Obrador emprenda un gobierno de control de la prensa de la misma manera en que lo hizo Enrique Peña Nieto

    Andrés Manuel López Obrador quiere vivir en nuestras mentes y nuestros corazones. Es quizá su mayor obsesión. Incluso por encima de su obstinación por la Presidencia de México. AMLO quiere estar en boca de todos. Y por eso es un maestro para crear frases pegajosas y eslóganes (copies, como se les conoce en mercadotecnia). Tiene el crédito autoral de varias frases del imaginario popular reciente: ni Obama tenía esa capacidad para imponer mensajes.

    Hay quienes se escandalizan de que llamó “corazoncitos” a las reporteras cuando le pidieron su opinión sobre la licencia concedida al ¿exgobernador? Manuel Velasco de Chiapas —o de que antes celebró la supuesta actuación de una prensa dócil: “Se portaron muy bien”— y desde ya pronostican un sexenio lleno de machismo y control de la prensa. ¿Pero cuáles son las bases para asegurar que el de AMLO será un gobierno de censura y control informativo? ¿Estamos hablando del “machista” que tiene a más mujeres en su equipo de transición que todas las que integraron el gabinete de Peña Nieto durante su administración?

    El Trending Topic #corazoncitos es una protesta orgánica. Se originó con la indignación generada por cómo trató @lopezobrador_ a las reporteras cuando le cuestionaron ayer sobre Manuel Velasco y el Congreso https://t.co/5Ul6ASmQ99

    Nadie debería alarmarse por la nueva bomba verbal del próximo presidente de México. Como política de comunicación social, AMLO ha prometido recortar 50% el gasto destinado a publicidad oficial e inversión en medios de comunicación. Falta ver si cumple su palabra, pero el anuncio ya ha provocado maremotos en la industria de medios. Con un menor presupuesto para publicidad oficial, suena difícil que López Obrador emprenda un gobierno de control de la prensa de la misma manera en que lo hizo Enrique Peña Nieto —quien, por cierto, tuvo pocos encuentros con reporteras y reporteros—. Tampoco existen elementos para asegurar que se comportará como Miguel Ángel Mancera, quien utilizó su relación personal con los dueños de los medios para imponer su visión de las cosas o exigir censura sobre los contenidos.

    El epíteto “Corazoncitos” que lanzó López Obrador a las reporteras no es una “revelación” de un machismo escondido, sino la exhibición de un conocimiento pleno de cómo funciona la comunicación pública y que AMLO aprovecha con un catálogo de expresiones para ser parte de la vida cotidiana. AMLO quiere calar en mentes y corazones y ser protagonista del día a día de todos. Abrazos no balazos, suele decir el presidente electo. Y la demostración está en que llevamos días hablando de los #Corazoncitos de AMLO.

    La protesta #Corazoncitos, -la primera en redes contra @lopezobrador_ como presidente electo- lleva más de 5 horas como Trending Topics donde periodistas y activistas muestran su indignación por el trato dado a reporteras https://t.co/sCbNezVp5E

    López Obrador se salió por la tangente con su “Corazoncitos” y evitó pronunciarse sobre la licencia de Manuel Velasco como senador para que pueda regresar a Chiapas a seguir haciendo y deshaciendo.

    ⚡️ “Senado da licencia a Velasco en segunda votación” Tras una primera votación en la que se negó la solicitud, el pleno del Senado repuso procedimiento y otorgó la licencia a Manuel Velasco para regresar a concluir su gubernatura en Chiapas. https://t.co/mUhI29QfPf

    AMLO conoce la importancia de la comunicación pública y sabe adaptarse a los nuevos medios (“Las benditas redes sociales”, celebró durante la campaña). Los antiguos tenemos bien presente cómo López Obrador imponía agenda a las 7 de la mañana con sus conferencias de prensa como jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2000-2006). Y sólo conoceremos al verdadero AMLO-Presidente cuando él y su equipo asuman la Presidencia y comiencen a ejercer recursos públicos.

    Mientras eso pasa, que levante la mano quien pueda confirmar su supuesto machismo o un historial de censura que serían la marca de su sexenio. Yo prefiero a un político que dice las cosas en grabadora que a los políticos que se escudaron en el presupuesto de la publicidad oficial o en su relación con los dueños de los medios para controlar a la prensa.