Si ves un alimento empaquetado o una bebida etiquetada como "baja en calorías", resiste el impulso de creer lo que dice la etiqueta; la mayoría de los nutricionistas dicen que sólo es un truco ingenioso de mercadeo.
Los alimentos promocionados como "bajos en calorías" son, con frecuencia, extremadamente procesados, y aunque pueden ser más bajos en calorías que otras opciones, eso no siempre los convierte en la elección más saludable. "Cuando veo la frase 'bajo en calorías' en la etiqueta, me vuelvo inmediatamente cautelosa", dice Kylie Deppen, una entrenadora certificada de salud y una experta en nutrición con sede en Nueva York. "El problema con la mayoría de los productos bajos en calorías, los bajos en grasa, los bajos en azúcar o los de dieta es que no son alimentos de verdad", dice Stephanie Middleberg, una nutricionista y experta en salud y bienestar. "Contienen más químicos que la comida real, químicos que afectan negativamente nuestro metabolismo, nos hacen ganar peso, sentirnos hinchados y sin energía". Aquí te mostramos algunos ejemplos de productos que no son tan saludables como sus etiquetas "bajo en calorías" te han hecho creer.