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Un diseñador me dejó probarme su ropa antes de un desfile y esto fue lo que pasó

Más allá de la vanidad, la ropa a veces tiene poderes mágicos, y Custo Barcelona nos dejó comprobar nuestra teoría.

Fashion Week es un evento que se realiza en las capitales de moda más importantes a nivel mundial. Usualmente comienza en Nueva York y termina en París.

Ocurre dos veces al año, en febrero, los diseñadores muestran sus colecciones otoño-invierno y en septiembre, muestran primavera-verano.

A Fashion Week usualmente asisten compradores de tiendas importantes, periodistas de revistas y publicaciones de moda, celebridades, bloggers, y por supuesto, modelos y gente bella.

Este año, el diseñador español, Custo Barcelona, no solo invitó a BuzzFeed Español a su desfile, también nos dio la oportunidad de visitar su estudio.

La nueva colección de Custo Barcelona se llama "Slow food", y está inspirada en el movimiento culinario que defiende la cocina creativa y a fuego lento. Es una colección con piezas que tienen mucho detalle y largos procesos de fabricación que resaltan la creatividad y contemporaneidad.

Aprovechándonos de esta magnifica oportunidad, y de la simpatía de Custo, decidimos probarnos algunas de sus prendas antes de show.

La colección tiene el fin de celebrar la personalidad multicolor, ecléctica y única de una mujer individual, con estilo propio y rebelde. La idea de probarnos la ropa surgió ya que nos tomamos eso de la rebeldía y creatividad muy en serio. Queríamos ver si esta ropa en realidad nos haría sentir de alguna manera diferente.

Pantalones de colores: una historia de amor mejor que Crepúsculo.

Entra tanta ropa bella, lo primero que ví fueron estos pantalones con gráficos geométricos que derrochaban color, estilo, y mucha personalidad. Solo mira los detalles. Fue amor a primera vista, definitivamente.

Veredicto final: Me sentí como cuando vas a un bar y ves a un chico guapo que también te está haciendo ojitos a ti, bueno así pero con ropa. Solo miren mi cara. No me los pude probar porque estaban hechos para una modelo de pasarela, pero si esta es la reacción solo al verlos, no quiero ni imaginar cómo me sentiría con ellos puestos.

Suéter de abuelito cool.

No sé por qué este suéter con agujeros y parches coloridos me recordó a un abuelo cool. Esto es algo que seguro vería en las calles de Brooklyn, y eso, en mi opinión, es algo bueno.

Veredicto final: Es algo que definitivamente tendría en mi closet. Me hizo sentir cool sin mucho esfuerzo. Como que, así soy, ni trato y soy cool. Siento que este suéter tiene la sabiduría de un abuelo y lo cool de un hipster.

Un saco ligero, pero cargado de estilo.

Este saco no me quedó muy bien con lo que llevaba puesto, pero aun así, pude apreciar todo el trabajo que llevó crear algo tan único y diferente a lo que se ve en la calle. Me gustó que a pesar de ser un saco, es súper ligero, así que lo puedes usar en épocas de calor.

Veredicto final: Creo que este saco llevaría a cualquier atuendo de ordinario a extraordinario.

Los overoles de mis sueños.

Otra pieza que me robó el corazón. Estos overoles son de ensueño. Una vez más, mi cara lo revela todo.

Veredicto final: Todavía sigo pensando en ellos. Como diría Arjona: "El problema no fue hayarte, el problema es olvidarte".

Chaleco anti ~haters~.

No había visto cut-outs tan radicales desde los de Matisse. Pienso que este chaleco, combinado con el atuendo adecuado, es una de las piezas más versátiles de la colección.

Veredicto final: Me sentí como si estuviera usando un chaleco antibalas, es decir, super segura de mi misma y feliz de llevar puesto algo lleno de creatividad.

Saco con detalles de oro.

Este saco fue uno de mis favoritos. Amé la textura y los detalles en oro. Es la combinación perfecta de ~badass~ y feminidad.

Veredicto final: Me hizo sonreír y hasta posé decentemente por primera vez en todo el día. Las fotos no mienten.

Vestido con efectos secundarios de narcisismo.

Este vestido me encantó. Me gustó mucho el contraste de los diferentes estampados y colores. Crea un caos de estilo y personalidad que me hizo sentir como toda una ~trendsetter~.

Veredicto final: Me sorprendió lo mucho que me gustó, normalmente no soy de vestidos así, cortos y apretados. Me gustó tanto que me tomé más de una selfie. Hasta descubrí el ángulo perfecto para verme más flaca.

Conclusión: Nuestra relación con la ropa es compleja. Protege nuestro cuerpo del frío y el calor, pero también es una extensión de uno mismo. En ella se reflejan nuestros gustos, estado de ánimo, y creatividad.

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