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    8 Diferencias al celebrar la Navidad a los 18, 25 y 30 años

    Con los años las cosas se ponen mejor. O peor.

    1. Las horas antes de salir de casa:

    A los 18: Te cambias de ropa 3254453 veces.

    A los 25: Le estás dando los toques finales a tu look, tipo pintarte las uñas con pequeños Santas.

    A los 30: Sigues en toalla hasta el último momento y te pones lo primero que encuentras.

    2. Tu outfit para la noche:

    A los 18: Santa sexy, ¿acaso hay alguna otra opción?

    A los 25: Te haces el gracioso pero sin perder el espíritu navideño.

    A los 30: Algo cómodo que te permita comer todo lo que quieres.

    3. Familiares:

    A los 18: Estás listo para divertirte con tus primos y tu tío favorito.

    A los 25: La ansiedad de que tu pareja conozca a toda tu familia es demasiada.

    A los 30: No estás preparado para la cantidad de veces que te preguntarán por qué sigues soltero.

    4. Regalos:

    A los 18: Te ofendes cuando tu familiar distante te regala medias.

    A los 25: Esperabas que entendieran que NO quieres medias.

    A los 30: ¡SÍÍÍÍÍÍ MEDIAS!

    5. Mensajes de texto:

    A los 18: Escribes el mensaje que mandarás a las 12 de antemano y apenas las agujas del reloj cambian se lo mandas a tus 3,458 contactos.

    A los 25: Le recuerdas a tu pareja lo mucho que lo quieres en tu cama ya.

    A los 30: A nadie, si ya sabes que las líneas van a colapsar y nada se va a enviar.

    6. Bebidas:

    A los 18: Tomas de todo, pero a escondidas de tus padres para que no te regañen.

    A los 25: Solo tomas tu bebida favorita.

    A los 30: Te preguntas si el alcohol silenciará la voz de los insoportables hijos llorones de tu prima.

    7. Fotos:

    A los 18: Selfies, selfies y más selfies.

    A los 25: De tu grupo cool de amigos, a darle envidia a todos en Instagram.

    A los 30: De tu mascota. Awww.

    8. Planes después de las 12:

    A los 18: Fiesta descontrolada.

    A los 25: Salir con tus amigos más cercanos y tu pareja.

    A los 30: ¿Planes? No, mejor irse a dormir.

    Celebremos Navidad juntos, no te defraudaremos.