Permíteme ponerte al día sobre lo sucedido: Paula Vázquez, una de las caras más emblemáticas de la televisión de nuestro país, ha empezado a hablar públicamente (y sin pelos en la lengua) de su experiencia como presentadora durante más de 25 años. Y no todo lo que ha dicho ha sido bonito.
Con motivo del reality de Movistar+, 'El Puente', que Vázquez se ha encargado de conducir hasta su esperado final, la presentadora gallega, que llevaba tres años ausente de nuestras pantallas, ha concedido una serie de entrevistas en las que ha sido muy vocal sobre el papel de la mujer en los medios de comunicación.
"A lo de Antena 3 lo llamo misoginia", explicaba la presentadora en una entrevista reciente en Bluper, "cuando yo salgo de Antena 3, por ejemplo, me dicen que no hay programas de entretenimiento y luego ves que Manel Fuentes tiene tres y Arturo Valls tiene dos, ¿eso cómo se llama? Yo lo llamo misoginia. ¡Qué coincidencia que un hombre tenga tres programas y tú estés en casa!".
Ya en 2015, tras recoger un premio por toda su trayectoria, la presentadora hablaba con Fórmula TV sobre la falta de trabajo en televisión para mujeres que superan los 40 años: "Este premio a la trayectoria televisiva te hace pensar. ¿Esto es que me quieren retirar ya?", se preguntaba Vázquez. "Habría que cuestionarnos qué está pasando con el papel de las mujeres en el entretenimiento en España, sobre todo en las cadenas privadas", añadía la presentadora, "se está relegando el papel de presentadora a la niña guapa y simpática y ya está, y hay muchas niñas guapas que no hacen falta que vayan de tías buenas".
Pese a las críticas surgidas de estos comentarios, Paula Vázquez no se mantuvo en silencio. En 2016, al ser preguntada sobre su ausencia en televisión por El Español, la presentadora alertaba de la ausencia de mujeres en ese medio: "no veo mujeres, depende de en qué cadena ya no existen, son colaboradoras, azafatas... y años y años ahí, con talento, a veces incluso más que el presentador, y las tienen ahí de segundonas”.
"Estamos ninguneadas", afirmaba la presentadora ese mismo año en la revista QMD, "el machismo pasa todos los límites". Paula Vázquez no solo volvía a criticar el edadismo y la dificultad de muchas mujeres de encontrar trabajo cuando sobrepasan la franja de los 35 años, sino que ponía claros ejemplos de machismo vividos en sus propias carnes durante su carrera: “Me he encontrado en situaciones en las que mi compañero de trabajo me ha dado un bofetón en el culo. ¿Tengo que aguantar que un tío me toque el culo? ¿Soy de uso y disfrute, para el uso y abuso?”.
El pasado mayo, durante la entrevista mencionada con Bluper en la que la presentadora dijo que Antena 3 era una cadena misógina, el entrevistador le preguntaba a Vázquez si le habían llegado mensajes de otras presentadoras felicitánola por sus palabras: "no", respondía lacónica.
Paula Vázquez lleva asomándose a nuestras pantallas desde su debut en el programa '1,2,3 Responda otra vez'. Estuvo presente diariamente en todas las televisiones españolas durante más de tres años con 'El juego del Euromillón'. Ha copresentado realities como 'Gran Hermano' o 'La isla de los famosos' cuando el formato reality vivía su etapa de mayor esplendor. Ha presentado 'Fama: ¡a bailar!' o 'Pekín Express'. En España estamos acostumbrados a su sonrisa, a su desparpajo y a su inimitable buen rollo, capaz de trasladarse desde la pequeña pantalla al salón de nuestra casa y conseguir que unos cuantos de nosotros nos pongamos a intentar coreografías a la hora de la siesta. Su profesionalidad no puede ser cuestionada, su trayectoria la avala.
Sin embargo, desde hace unos meses, Paula Vázquez empieza a resultar incómoda. Que una mujer tan querida en nuestro país hable públicamente de la cara menos amable de los medios de comunicación, señalando sin tapujos la causa fundamental del problema (el machismo) no resulta del todo agradable en una sociedad que nos prefiere calladas, sonrientes y sumisas. Puesto que su profesionalidad no puede ponerse en duda, la única solución posible para aquellos detractores que quieren callar su discurso es, simple y llanamente, desacreditarla mediante ataques contra su físico o su forma de mostrarse ante el público. Más viejo que la rueda: insultar a una mujer por su físico (gorda, fea, o en este caso, supuestamente vieja para el medio en el que trabaja) o por ejercer libertad sobre su cuerpo.
El ataque más reciente ha venido de la mano de la cuenta de Twitter 'Liberal Enfurruñada', perteneciente al diario digital Ok Diario, que pretendía desacreditar el discurso de la presentadora mediante un tuit en el que adjuntaba cuatro portadas de Paula Vázquez en ropa interior o ropa de baño.
La vida de @PaulaVazquezTV es todo un ejemplo de lucha contra el machismo. Eso sí, disimulando, sin que se note muc… https://t.co/NmxunrItfr
Paula Vázquez no tardaba en responder al ataque, explicando en otro tuit que "el feminismo también habla de libertad" y que "somos seres sexuales, siempre con nuestro consentimiento". Porque el que una mujer aparezca posando en bikini no debería invalidar automáticamente su discurso.
@MuyLiberal Tengo más,cuando quieras cambiamos cromos.El Feminismo también habla d libertad y si,somos seres sexual… https://t.co/3mTpcdisJr
Vivimos en una sociedad compleja para ser mujer. A partir de los 40, la sociedad nos da la espalda. Si además trabajas de cara al público o tu imagen tiene gran importancia en tu profesión, el cambio resulta todavía más notable. Cada vez que enciendes la televisión para ver un show de entretenimiento, observarás a hombres normales (algunos incluso tirando a feos) al lado de mujeres con un físico espectacular (y, por norma general, con 20 años menos que ellos). El mundo del entretenimiento audiovisual, es decir, el cine y la televisión, detesta a las mujeres mayores. Por eso Hollywood no deja de emparejar a hombres maduros con veinteañeras en la mayoría de sus películas.
A los 40, si eres mujer, toca retirarse, resignarse y dejar hueco a mujeres más jóvenes. O aparentar menos edad. Pero esto también es un dilema para una mujer de más de 40: Paula Vázquez también ha enfrentado a un sinfín de críticas sobre su aspecto físico. Se han mencionado posibles operaciones. O no operaciones. Porque una mujer debe envejecer con dignidad, pero en un equilibrio perfecto que no la haga parecer demasiado vieja o demasiado operada: “No sabes lo que es volver a trabajar en televisión después de 3 años y que todos los titulares hablen de tu aspecto físico. Evidentemente no voy estar igual que hace 20 años, nadie tiene la misma cara después de 20 años, claro que no”, afirmaba Vázquez en Amenzing.
Lo que estamos viendo de Paula Vázquez y de sus detractores es una representación de la lucha contra el tiempo al que toda mujer se enfrenta pasados por los 40. Una lucha en la que una mujer que ya ha demostrado en infinitas ocasiones su validez, ejerce su derecho a ser, a estar y a habitar en el mundo que le debería pertenecer pero que, por cuestión de sexo, ya no le pertenece. Lo más escalofriante es que la presentadora se vea sometida a una serie de ataques gratuitos por hablar alto y claro sobre algo que, aunque ella pueda comentar con conocimiento de causa y posición de insider, nosotros podemos corroborar mediante el simple ejercicio de encender la televisión y observar el panorama.
¿Por qué intentan ridiculizar a Paula Vázquez por decir verdades? ¿Por qué volvemos al mito de Adán y Eva, una y otra vez, donde la culpa la tiene siempre la mujer? Dejemos hablar a Paula Vázquez. Escuchemos a Paula Vázquez como escucharíamos a cualquier profesional que llevase más de 20 años triunfando en cualquier sector. Paula Vázquez no debería ser el foco de nuestras críticas, debería serlo el sistema que hace que una mujer diciendo cuatro verdades te resulte tan incómoda que tengas que intentar restarle importancia viendo sus posados en bikini.