Ir directo al contenido

    17 cosas que te pasan si te flipan los perros pero no tanto las personas

    No te paras a hablar con ningún vecino... a no ser que tenga un perrete.

    1. Hace tiempo que dejaste de mentirte a ti mismo y a quienes te rodean: los perros te gustan muchísimo más que las personas.

    2. Conoces a todos los perros de tu barrio. Y por conocer quiero decir que te sabes su raza, horarios de paseos, carácter y nombre.

    3. Pero al mismo tiempo no sabes los nombres de sus humanos, sus profesiones, sus miedos, ilusiones o esperanzas.

    4. De hecho, eres incapaz de reconocer a los dueños de los perros de tu barrio si van sin sus perros.

    5. Y evidentemente, te paras con todos y cada uno de los perros de tu barrio pero si se te acerca una persona al tuyo es un poco OH, DIOS MÍO, QUÉ HACES, RESPETA SU ESPACIO PERSONAL, CRETINO.

    6. Sueles evitar pararte a saludar a conocidos utilizando las clásicas técnicas de mirar el móvil / mirar el bolso / mirar al cielo por si va a llover...

    7. ... pero jamás de los jamases dejarías escapar la ocasión de saludar al nuevo perro que han adoptado tus vecinos del quinto.

    8. Has repetido más veces "¡Pero qué cosa más bonita! ¿Qué edad tiene? ¿Cómo se llama?" que "Sí, te llamo un día de estos y tomamos un café".

    9. De hecho, si te cruzas con un cachorro y no dices "Oy, oy, oy, pero qué cosa más bonita, ¿qué tiempo tiene?" te sientes sucio y muerto por dentro.

    10. Has estado más de veinte segundos en silencio frente a otro ser humano mientras los dos esperabais que vuestros perros se reconociesen.

    11. A veces agradeces que tu perrete salga disparado corriendo hacia el infinito porque es la mejor forma de acabar otra de esas interminables conversaciones de dueños de perros.

    12. Aunque no soportas muchas cosas de las personas (como por ejemplo, que respiren muy alto) siempre respondes "¡No te preocupes, no me molesta!" cuando un perro desconocido decide ponerse a morder tus cordones.

    13. El único abrazo que das al año es a tu madre en Nochebuena pero que tu perro se te tire encima y te llene de pelos y de babas te resulta normal y hasta te gusta.

    14. No eres capaz de compartir media tarrina de helado con tu pareja el día de San Valentín pero te quitarías la comida de la boca con tal de hacerte más amigo de un perrito random.

    15. A veces desconectas de lo que te está contando un amigo (como por ejemplo, que le acaban de dejar) porque un perro se ha puesto a hacer monerías.

    16. Esta imagen resume tu viernes noche perfecto:

    17. Y, por último, cuando te preguntan "¿cómo te ves en cinco años?" no te visualizas con casa e hijos, sino más bien así: