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Se llama 'cultura de la violación' y, francamente, empiezo a estar harta de que la justifiquéis

Estamos en 2017 y todavía hay quien es incapaz de entender que si le provoca una chica de 16 años por su forma de vestir, el problema lo tiene él.

El dardo envenenado del día me llegó ayer por la tarde a través de Twitter a eso de las 17:15. No sé vosotros, pero tengo la sensación de que últimamente cada vez que entro en esta red social es para agarrarme un buen cabreo. Por arte del retuit, llegó a mis ojos un hombre que escribía lo siguiente: "Usar ropa sexy tiene un contenido sexual, te guste o no, si quieres llevarlo hazlo, pero prepárate para defenderte tú sola. Eso es igualdad". Y a volar pajaritos. Por supuesto, un sinfín de mujeres (entre las que me incluyo) entramos al trapo –de manera más o menos elegante– para hacer ver a este tipo el mal que encerraban sus palabras. O mejor dicho sus ideas. El chico, intentando dar explicaciones, se metió en un jardín de barro del que fue incapaz de salir. Lo último que leí fue un tuit en el que escribía: "#feminismo es estúpido negar que una vestimenta sexual no da un mensaje sexual" y que "debe educarse a los hombres a no violar también".

Sé de sobra que no hay que dar voz a pensamientos estúpidos y que criticando a esta persona, en el fondo sin autoridad o influencia alguna, estoy ayudando a expandir su mensaje. Pero la magia de Internet es que permite darle voz a todo el mundo por igual, merezca o no (según nuestra opinión) ser escuchada, aplaudida o retuiteada. Y lo que me preocupa y cabrea es que a día de hoy, finales de marzo de 2017, sigan existiendo personas con este tipo de pensamiento.

Porque estamos en 2017 y un hombre joven acaba de culpabilizar doblemente a la víctima: primero, por ir vestida de una forma –a sus ojos– provocativa, y segundo, por no ofrecer suficiente resistencia o fuerza si sucediera lo que ninguno desea que suceda. Luego nos escandalizamos cuando una juez pregunta a una víctima si cerró bien las piernas para evitar una violación o cuando otro no aprecia violencia en el abuso sexual de una niña de 5 años porque esta no opuso resistencia. Porque si eso pasó es que algo harías. O le provocarías. Lo que me lleva al punto de la provocación y de la ropa con "contenido sexual".

¿Qué es en 2017 una ropa cargada de "contenido sexual"? Si la policía del vestir hubiese actuado en 1800 quizás el contenido sexual estaría a la altura de los tobillos. Si lo hubiese hecho en 1950, imagino que el contenido sexual estaría, aproximadamente, un palmo por encima de la rodilla. No sé en 2017, pero no me gustaría pensar en un gabinete del vestir provocativo compuesto por hombres decidiendo qué es y qué no es suficientemente provocador para que puedas o no salir a la calle. Y después, claro, los gustos: hay quien considera un short un atuendo cargado de contenido sexual, pero también he visto a hombres excitarse con un look monjil de cuellito tipo baby doll y falda de vuelo por las rodillas. Vamos a asumir que cada una tiene su público y que cada hombre tiene su gusto particular. O su fetiche.

O, mejor aún, en lugar de esto vamos a asumir que a las mujeres las violan cuando salen de fiesta en verano y cuando salen de fiesta en invierno. Vamos a asumir, porque estamos en 2017, que a las mujeres las violan cuando salen de trabajar o cuando acaban de dejar a sus hijos en el colegio. Vamos a asumir que a las mujeres las violan cuando llevan pantalón vaquero y camisa y cuando llevan minifalda y crop top. Vamos a asumir que a las mujeres las violan lleven puesto un bikini o un burka. Vamos a asumir que a las mujeres las violan. Y punto. Llevemos lo que llevemos. Y que es ahí donde radica el problema que queremos solucionar.

Si tanto duelen las generalizaciones cuando se habla de hombres, ¿por qué no resulta atroz que otro hombre los vea de esta manera? Estamos en 2017 y hay personas que todavía hacen responsables a las víctimas de lo sucedido reforzando así la idea de que los hombres, en el fondo, tan solo son criaturas con impulsos sexuales incontrolables y somos nosotras las que debemos protegernos. Algo que, si de verdad fuera así, haría que el problema no estuviera en nuestra vestimenta, sino en que determinados hombres deberían ser aislados de la sociedad para proteger así a mujeres y niñas.

Estamos en 2017 y todavía hay quien es incapaz de entender que si le provoca una chica de 16 años por su forma de vestir, el problema lo tiene él. Que si un hombre ve a una mujer bebida y lo primero que piensa es en acostarse con ella en contra de su voluntad, el problema lo tiene él. Y que, si de verdad piensa que vestir de una determinada forma provoca más violaciones, el problema lo sigue teniendo él. Se llama cultura de la violación. Y, francamente, estoy harta de que la sigáis justificando.