Ella es Alejandra Lagos, una mamá chilena que sacó a sus hijitas a pasear y divertirse en un parque de Santiago de Chile.
"Ellas quisieron subirse a los carritos lo cual yo accedí", escribe Lagos en una publicación en Facebook.
De un momento a otro, la más pequeña, de cuatro años de edad, choca contra los tobillos de esta mujer, según la discusión en el video.
"No conforme con mis disculpas y las de la dueña de los carritos, la mujer decidió ir en busca de carabineros y ellos se prestaron para el absurdo", escribe Lagos en su publicación en Facebook.
Entonces, llega la vigilante que se ve en el video. Inmediatamente le pide a Lagos por pruebas de identidad, según ella, porque es parte del procedimiento cuando se levanta una acusación.
A pesar del llanto de las pequeñas, la denunciante y la carabinera proceden. "Desde un principio lo encontré insólito, pero después me dio susto ya que a la carabinera lo único que le faltó es pedirle a mi hija de cuatros años, su licencia de conducir", escribe Lagos.
Un hombre se acerca a la escena, pidiendo respeto frente a las niñas, pero de nada sirve.
"Hay robos aquí en Chile, hay asaltos, hay delincuencia, hay drogadicción, y, ¿hacen este ridículo", dice Lagos en la grabación.
A las mujeres, que luego dicen trabajar para la municipalidad, parece importarles poco las palabras y súplicas de la madre. Así que la dejan atrás para hablar con las autoridades.
En el video esta mamá anuncia sus planes de subir el video y hacer la denuncia viral, y eso fue precisamente lo que pasó. Hoy el video tiene más de dos millones de reproducciones.
La gente no entiende cómo un grupo de adultos llegó a comportarse de esta manera.
Recientemente, Lagos agradeció a todo aquel que compartió su historia, agregó que sus hijas aún sienten miedo, e invitó al alcalde de su municipalidad a hacer algo al respecto.