1.
No es tu culpa que siempre necesites algo nuevo. La culpa es de tu alcalde por permitir que aquel centro comercial llegara a tu vecindario...
2.
Ruegas que alguien te detenga a la hora de comprar. Pero pobre de aquel que se atreva a hacerlo.
3.
¿Aburrido, cansado, feliz, triste? Todos son sentimientos que mejoran si sales de compras.
4.
El consejo aquel de "premiarse a sí mismo" lo empleas porque sí... y porque sí.
5.
Cuando ves una tienda nueva, te dices a ti mismo que no puedes entrar, pero entras.
6.
Adentro, te prohibes comprar...
7.
Pero, ¿qué pecado es llevarse una sola cosita?
8.
De salida no te llevaste una, ni dos "cositas", te llevaste media tienda.