Ser flaca tiene sus beneficios y prejuicios, e incluye un paquete de comentarios y preguntas extrañas que ya acabaron con tu paciencia y no quieres escuchar más.
1. "Pero es que no te ves saludable". Pero es que no sabía que eras Doctor.
2. "Deberías subir un poco de peso, mira que la carne es para los hombres y los huesos para los perros". Pues me caso con un perro.
3. "Qué no daría por ser flaca, como tú". O sea, nos estás llevando a una situación totalmente incómoda en la que estoy forzada a responder con un, "pero tú te ves bien" sobreactuado.
4. "De seguro comes muy poco". La realidad es que soy un micro cerdito con cuerpo de humano.
5. "Dime la verdad, tienes algún trastorno alimenticio, ¿anorexia?" Simplemente, no. Y, por cierto, ¡esas acusaciones duelen jodidamente!
6. "Me imagino que todo lo que te pones te queda regio". Quizá se olvidan que los que somos flacos también somos altos, bajos, sin o con culo, simétricos y asimétricos, y todos estos son factores que determinan cómo se nos ve la ropa.
7. "Bajas un poco más de peso y desapareces". A menos que se trate de una ilusión óptica... no es posible, y el chiste ya pasó de moda.
8. "Cada vez que escucho 'Flaca' de Jarabe de Palo me acuerdo de ti". Aceptable, pero preferiría que te acordaras de mi cuando necesito ayuda pagando mis deudas mensuales.
9. "O-li-via, sí, te pareces a la mujer de Popeye". ¿En serio? Qué "creatividad".
10. "Me encantaría ser flaca, pero no quiero morir de hambre". Repito, nosotras también comemos.
11. "Deberías ser modelo". Aprecio totalmente el cumplido, pero de igual manera que no toda la ropa nos queda bien, no a todas nos luce la pasarela.
12. "Qué bien, no tienes resolución de año nuevo porque ya estás flaca". Pues entonces a la basura todo lo que quería lograr porque ya estoy flaca.
13. "Tan flaca, ¿tienes órganos?" No, vengo del futuro, en donde los seres humanos somos únicamente luz y no cagamos.
14. Y, finalmente, la que nunca falta, "Cuéntanos, cuál es tu secreto". No sé, quizá sea la música, mis gatos, ¿el perro?
