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    Conoce a la modelo transgénero que superó la mayor barrera de la moda

    Esta brasileña de 20 años ha hecho historia en el mundo de la moda por ser la primera modelo transgénero en convertirse en portada de Vogue.

    Este último año ha sido como un torbellino en la vida de Valentina Sampaio. Pasó de participar en eventos locales y sesiones fotográficas cerca de su ciudad, a desfilar por la pasarela de la São Paulo Fashion Week y posar para las portadas de revistas nacionales como Elle Brasil y L’Officiel Brasil.

    Después, esta veinteañera del norte de Brasil ha hecho historia en la moda por ser la primera modelo transgénero en ser portada de Vogue, al aparecer en la primera página de la edición de marzo de la emblemática Vogue París.

    "Las cosas han sucedido muy rápido. Apenas he tenido tiempo de procesarlo y pensar sobre lo que significa todo esto", declaró Sampaio el mes pasado, en una sesión fotográfica de cosméticos realizada en una nave de Río de Janeiro. Sentada en la silla de maquillaje y con una sencilla camiseta blanca con cuello en V, varias personas la acicalan mientras habla; una le recoge el pelo en una coleta y otra le aplica una mascarilla facial de arcilla, que es el producto que promociona. "He hecho realidad un sueño de tal calibre que no soy capaz de describirlo".

    Su éxito ha llegado a pesar de los recientes reveses sufridos por la comunidad LGBT en Brasil, entre los que se incluye un repunte de los delitos de odio y asesinatos contra personas LGTB+. Aunque el día a día para la mayor parte de las mujeres transgénero brasileñas difiere enormemente del de Sampaio, su ascenso a la cima más codiciada de la moda es vista como un logro, y un símbolo de la nueva normalidad para las personas transgénero en su sector.

    "Esto es, sin duda, un punto de inflexión y el reflejo de una nueva época", declaró a BuzzFeed News Jorge Grimberg, corresponsal de moda brasileño que trabaja para Vogue USA y Business of Fashion, en referencia a cómo la portada de Vanity Fair protagonizada por Caitlyn Jenner desató una "revolución trans" en los medios. "El gran avance que estamos presenciando lo demuestra el hecho de que la han colocado ahí, para que sea vista como la mujer hermosa que es. Punto".

    Emmanuelle Alt, editora jefe de Vogue París, escribió una editorial para acompañar el histórico reportaje, en la que equiparaba a Sampaio con otras grandes modelos que han protagonizado la portada de la revista; salvo que a Valentina se le asignó el sexo masculino al nacer.

    "Solo cuando una persona transgénero pose en la portada de una revista de moda y no haga falta escribir una editorial sobre el tema, sabremos que hemos vencido la batalla", concluyó Alt.

    "En los últimos años, el mundo ha dado grandes pasos a favor de las personas transgénero", dijo Sampaio. "Mi portada es otro pequeño paso. Un paso importante, que muestra que tenemos la fortaleza para ser chicas de portada en Vogue.

    "El sector de la moda es un instrumento para llamar la atención y promover la diversidad, donde las cosas fluyen y la belleza evoluciona. El de la moda es un mundo más libre".

    Sampaio, nacida en la ciudad costera de Aquiraz, dijo que tuvo la gran suerte de disfrutar de una infancia "relajada", con una familia y comunidad que siempre la aceptaron como chica.

    "La gente de mi ciudad natal siempre me ha tratado con normalidad. Siempre he sido una chica y nunca me he sentido diferente. Y eso es lo que he trasmitido a la gente".

    Ser modelo era un sueño tan grande, dijo, que lo planteaba más como una fantasía que como un objetivo. Posaba frente a cualquier cámara que encontraba, y pasé muchas noches imitando a las estrellas de las telenovelas brasileñas.

    Cuando Valentina comenzó a desplazarse a la ciudad grande más cercana, Fortaleza, para estudiar moda, con la esperanza de ser estilista, se involucró en la moda local y con los productores de eventos.

    Pero su carrera no ha estado libre de obstáculos. Cuenta que durante su primer trabajo, en 2014, fue despedida de una campaña publicitaria. La firma de ropa (cuyo nombre prefiere no mencionar) le dijo que eran una marca conservadora y que sus clientes no aceptarían de buen grado una modelo transgénero.

    "Fue un momento muy difícil. Fue como si estuviera mal estar ahí, como si no fuese mi sitio. Pero mi reacción fue la de salir de aquella situación", dijo.

    Siguió adelante, a pesar del desalentador revés sufrido al inicio de su carrera. Y en los meses siguientes, abandonó por primera vez su estado natal para actuar en una película independiente rodada en Río de Janeiro y debutar en la São Paulo Fashion Week.

    Pero el gran logro de Sampaio ha llegado en un momento en el que la política nacional de Brasil está experimentando un giro hacia la derecha. Con unos poderes legislativos y ejecutivos en Brasil cada vez más conservadores, impulsar una educación de tolerancia y aceptación hacia los LGTB+ parece improbable. El mes pasado, el ministro brasileño de educación reveló que van a eliminar cualquier mención a la "identidad de género" y la "orientación sexual" del currículum nacional.

    Según Marcelle Esteves, vicepresidenta del grupo Arcoíris, la organización más antigua de Río en favor de los derechos de los LGTB+, muchas personas transgénero son expulsadas de sus hogares familiares, obligadas a vivir en la calle, sin poder terminar sus estudios. Las mujeres transgénero a menudo sufren discriminación en sus puestos de trabajo, lo que las obliga a dedicarse a trabajos sexuales, que las hacen vulnerables a la violencia.

    Por un lado, Brasil homenajea a su comunidad LGTB+ con uno de los desfiles del orgullo gay más grandes del mundo, y produce estrellas como Sampaio. Pero por otro, el país ha experimentado un brusco repunte de la violencia contra las personas transgénero. Según el grupo activista Trans Network, 144 personas transgénero fueron asesinadas en Brasil el año pasado. Esto supone un enorme aumento frente a los 57 asesinatos reportados en 2008, el primer año en el que la red comenzó a registrarlos. En el estado natal de Valentina, a principios de año, un vídeo grabado con el móvil de una mujer transgénero siendo golpeada y finalmente asesinada conmocionó a la nación.

    "Esto tiene que dejar de ser noticia", dijo Valentina en relación al reciente caso, muy próximo a su hogar. "Ser transgénero es algo natural. En Brasil, un país enorme y muy diverso, tiene que haber más educación sobre la aceptación de las personas por lo que son".

    "Las personas transgénero necesitan más oportunidades", añadió. "El género de una persona no es lo que determina su carácter, o que sea, o no, buena en algo. En muchas ocasiones, las mujeres transgénero encuentran las puertas del mercado laboral cerradas, lo que nos margina aún más, pero todo el mundo tiene algo que aportar".


    Este artículo ha sido traducido del inglés.